Su intención era buscar murciélagos, aunque al final la peripecia de un grupo de jóvenes resultó ser uno de los mayores hallazgos que han tenido lugar en la provincia de Málaga. El descubrimiento de la emblemática Cueva de Nerja se produjo el 12 de enero de 1959, cuando el grupo de amigos formado por Francisco Navas, José Luis Barbero, José Torres y los hermanos Manuel y Miguel Muñoz se adentró en un pozo situado en las proximidades de Maro, en una zona conocida como La Mina. Nunca imaginaron lo que escondía esta cavidad en su interior , y no fue hasta tres meses después cuando la noticia se hizo pública.

Una vez que las autoridades de la época conocieron el hallazgo, rápidamente se valoró su potencial turístico y no tardaron en ponerse manos a la obra para convertirla en un potente reclamo para la naciente Costa del Sol y que se ha mantenido hasta la actualidad. El primer paso fue habilitar un acceso más cómodo que permitió comenzar las primeras investigaciones arqueológicas. También hubo que constituir un patronato encargado de la gestión de tan valioso tesoro y apenas un año y medio después de su hallazgo, el 12 de junio de 1960, fue inaugurada oficialmente. Con este motivo se celebró el primer festival de danza y música, con la actuación de la compañía de ballet clásico La Tour de París. El general Francisco Franco visitó la cueva en abril de 1961. Días después, el 13 mayo, la cueva de Nerja fue declarada monumento histórico-artístico por el Consejo de Ministros.

El hallazgo fortuito de la Cueva de Nerja se produjo en un momento muy oportuno. Según el historiador Víctor Heredia, el despegue turístico del litoral occidental malagueño, entre Torremolinos y Estepona, estaba dando sus primeros pasos desde principios de la década de 1950, pero “el litoral oriental se mantenía ajeno a la incipiente afluencia de turistas extranjeros”. Tanto es así, que el descubrimiento de la cueva tuvo un doble efecto. Por un lado, aportó un atractivo natural y arqueológico de primera magnitud a la naciente Costa del Sol y, por otro, ayudó a situar a Nerja en el panorama turístico nacional e internacional, dijo el experto. En los años siguientes la oferta turística de la localidad se amplió con alojamientos como el Hotel Balcón de Europa y el Parador de Turismo de Nerja, construido por el Ministerio de Información y Turismo e inaugurado en 1965. La foto recoge la construcción del complejo urbanístico-turístico que el patronato promovió en el entorno de la Cueva. Fue inaugurado el 14 de agosto de 1968 y en el mismo se invirtieron 18 millones de pesetas de la época. Incluía un gran restaurante, una cafetería y un aparcamiento para 300 coches y 20 autocares.

La Cueva de Nerja atesora valores geológicos y arqueológicos de enorme importancia, especialmente las pinturas rupestres. Las diferentes campañas de investigación han documentado la ocupación de esta cavidad por el hombre desde la época del Paleolítico Superior hasta el Calcolítico, es decir, durante un extenso periodo cronológico que transcurrió desde hace 25.000 años a aproximadamente hace 4.000 años.

Arte rupestre en la cueva

Una de las características que hacen de la Cueva de Nerja un lugar recomendable para visitar son las valiosas pinturas rupestres que ha logrado conservar a lo largo de miles de años. En la prehistoria, las pinturas se usaban para enseñar a cazar y también para establecer normas de las relaciones de pareja, además de constituir un símbolo de identidad. Era el lugar donde se representaba el modo de vida de la época para perpetuarlo y transmitirlo de generación en generación.

Popular serie de televisión

Además de por su cueva, Nerja saltó a la fama por una popular serie de televisión que fue rodada en el municipio. Verano azul hizo que Nerja fuera conocida como lugar de vacaciones en todo el país. La serie televisiva, que fue rodada en Nerja y dirigida por Antonio Mercero, convirtió a la localidad axárquica en una referencia ineludible del turismo nacional.