Libros de música

Canciones de carne y hueso

  • Juan Carlos León recorre en su segundo libro cien composiciones con nombre de mujer

Peggy Sue Garron, la mujer que inspiró la canción de Buddy Holly

Peggy Sue Garron, la mujer que inspiró la canción de Buddy Holly

Peggy Sue. Todos sabemos qué es Peggy Sue, canción fundacional del rock ’n’ roll que lanzó a la fama a Buddy Holly. Lo que no sabemos es quién es Peggy Sue. Juan Carlos León, sí. Peggy Sue Garron, la mujer que inspiró este clásico, se ganó la vida en una clínica dental y luego montó una fontanería. ¿Quién no sabe qué es My Sharona, el pelotazo de finales de los 70 de The Knack? Todos podemos tararearla con ese riff inconfundible. ¿Pero quién era Sharona? No lo sabemos. Juan Carlos León, sí. Sharona Alperin, hoy, vende mansiones de lujo en Hollywood, por si les interesa. Y así hasta cien.

Juan Carlos León (Jerez, 1970), informático de profesión, músico de afición en multitud de grupos, se ha embarcado en una segunda aventura. La primera, publicada por JotDown, ya era complicada. Consistía en saber qué canciones habían sonado en los funerales de las leyendas de la música. Aquello se llamó ¿Quién cantará en su entierro?. Ahora regresa con otro reto, que consiste en saber quiénes eran las mujeres a las que dedicaban las canciones figuras tan variadas como David Bowie, Tom Waits, Country Joe, John Lennon o Simon & Garfunkel. El resultado es un libro ilustrado por Enrique Crespo y que está lleno de curiosidades con las que se puede construir una magnífica playlist, es decir, un libro para escuchar, pero también un buen libro para leer. Cada una de las canciones elegidas tiene detrás una magnífica historia. Es conmovedora la relación de Patti Smith con su hermana pequeña, Kimberly, a la que dedicó la canción con su nombre, o el desgarro de Ray Davies ,de los Kinks, al ver alejarse a su hermana Rosie camino de Australia en esa pieza maestra que se llama Rosie, won’t you please come home . También hay pasajes espeluznantes. Polly fue una niña de 14 años a la que secuestraron y torturaron en Tacoma en 1987. Kurt Cobain la convirtió en canción. En 1991, “unos desperdicios de esperma y huevos”, como los calificaría luego Cobain, violaron a una chica mientras cantaban Polly.

Pues todo esto está en este libro, de esos que uno no suelta una vez que lo ha empezado.

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