Juan Carlos Garvayo. Pianista

"En España no hay cultura de música de cámara"

  • El pianista motrileño Juan Carlos Garvayo ha hecho la edición crítica del ‘Trío’ de Granados que graba en este álbum con su Trío Arbós junto a obras de Joaquín Malats y Felipe Pedrell

Fundado en 1996, el Arbós es el trío de referencia de la música española. Su último álbum está dedicado a música de tres compositores españoles de entresiglos. Juan Carlos Garvayo (Motril, 1969), pianista fundador del conjunto, conoce este repertorio como pocos.

–¿Queda todavía mucha música de cámara española de esa época de auténtico interés?

–Sí. Estoy haciendo una tesis sobre el tema y llevo contabilizados más de 300 tríos. Obviamente, no son todos del máximo interés, pero muchos, sí. Hay también cuartetos, quintetos y otra música de cámara que no se hace nunca. Voy a grabar por ejemplo con el Cuarteto Latinoamericano un Quinteto de Joaquín Nin Culmell que es una maravilla.

–El desdén por la música española existía ya entonces.

–Absolutamente. Fíjese que en los más de 30 años de existencia de la Sociedad de Cuartetos [1863-1894], la que fundó Jesús de Monasterio, la única obra española de cámara que se estrenó fue el Trío de Bretón. Las obras están ahí, pero no se tocaban. Y esto es porque se tenía muy en cuenta las peticiones de socios y abonados, que querían sólo a los grandes clásicos. Es algo que sigue pasando hoy. En algunas de esas sociedades filarmónicas que subsisten por España llegaron a darse consignas de que no hubiera ni un solo nombre español en programa, porque ese día no iban los socios. Eso ha cambiado un poco en los últimos años, pero sigue habiendo resistencias.

–Y eso afectaba incluso a los muy grandes. El Trío de Granados no se editó hasta 1976.

–Granados escribe esa obra en Madrid junto a su Quinteto y los presenta en un concierto en el Salón Romero en 1895, con Pablo Casals, que era alumno del Conservatorio de Madrid, en el cello y Julio Francés en el violín. Mientras lo escribe, las cartas a su esposa son de entusiasmo absoluto. La consideraba la mejor de sus obras. Pero después del estreno es como si se olvidara de ella. No hay ni una prueba documental de que la obra se volviera a tocar en vida de Granados. Hay una carta a Joaquín Malats, que estaba entonces en París, en la que le dice que le manda la partitura y las particellas, puede que pensando en una interpretación, pero no hay certezas al respecto.

–Pasan 80 años entre el estreno y la primera edición.

–Sí. El manuscrito quedó en los papeles de la familia y no fue hasta finales de los 60 que los herederos entregaron a Unión Musical un montón de obras para su publicación. Alguien, no sé aún quién, pero creo que puedo saberlo pronto, hizo la revisión de la obra, y en realidad la destrozó. La edición de 1976 es pésima. Nada más empezar el Trío pone forte. Granados no escribió ninguna dinámica al principio, pero todos los pasajes similares después son en piano o pianissimo. Eso cambia ya completamente el sentido del Trío desde su inicio. Lo peor es que el manuscrito está pintarrajeado a lápiz de manera furibunda. Esos garabatos son del que hizo la edición en los 70. Granados tachaba y escribía solo en tinta y lo hacía de una forma muy clara; estos son borrones. El editor se permite eliminar repeticiones, cambiar notas... En el tercer movimiento, la cuerda acaba con un pizzicato y al parecer al revisor no le gusta y lo quita, no el pizzicato, sino las notas. Hay fragmentos de varios compases que están tachados y nunca se han grabado, porque la gente pensaba que eso lo había tachado Granados. Un desastre. Tengo pendiente escribir un artículo al respecto y pienso compararlo con el Ecce Homo de Borja. Así que la obra se ha estado tocando y grabando mal. Siempre fue problemática para el intérprete, que se encontraba contradicciones difíciles de resolver. Viendo el manuscrito todo queda claro, porque el manuscrito está bien.

–Pero hay otras ediciones.

–Dos más. La de Tritó la hizo Douglas Riva, y dice en ella que no encontró el manuscrito, por lo que se basa en la edición del 76. La de Boileau dice que se ha hecho desde el manuscrito, pero usa más del 70% de las cosas de la del 76, a la que considera una fuente fiable, lo cual es incomprensible, y además está llena de erratas, y no dice de dónde saca cada cosa. Ninguna de las ediciones servía para nada.

Spanish Piano Trios - Trío Arbós Spanish Piano Trios - Trío Arbós

Spanish Piano Trios - Trío Arbós

–Esta es entonces la primera grabación basada en el manuscrito.

–Hay una anterior del Trío Rodin, que dicen que la hicieron a partir del manuscrito, pero no sé cómo la hicieron, porque no tocan esos pasajes tachados a lápiz.

–¿Es el Trío de Granados una obra de rasgos wagnerianos?

–Granados quiere ser considerado un compositor serio. Y ese estilo wagneriano, cromático, para la gente de esta época y en ese contexto era la música seria, pero ellos participaban también de ese mundo del canto popular como base de la música y todas estas cosas que venían de Pedrell, el padre espiritual de todos ellos. Me parece una mezcla muy atractiva, además con esa fantasía y esa inspiración de Granados, siempre con un encanto muy personal. Hay gente que ha criticado la forma, pero es que es la forma de Granados, que no tenía nada que ver con la de los románticos alemanes, que parece que tienen que ser siempre la vara de medir.

–Los dos nocturnos de Pedrell son algo más que miniaturas.

–Yo pensaba que me iba a encontrar algo muy de salón, pero son piezas de cierta envergadura, complicadas, con pasajes difíciles, cromáticos… Había una edición, pero muy mala también. Nos fuimos a las fuentes, los manuscritos, que están muy bien.

–El Trío de Malats es de 1898 y ni siquiera está editado.

–Es una obra estupenda. Yo la conocía por una grabación anterior en la que se podía intuir su belleza. Malats murió demasiado joven y casi toda su música se ha perdido. Era un pianista enorme, lo que sabemos no sólo por testimonios de su tiempo, sino por grabaciones antiguas en las que toca a Liszt, y es increíble cómo tocaba. El Trío permanecía injustamente en el olvido. Aparte el interés histórico es una obra muy inspirada y está muy bien escrita.

"La primera edición del Trío de Granados se hizo en 1976 y es un desastre. Es como el Ecce Homo de Borja”

–¿Cómo ve la música de cámara en España?

–En España no hay cultura de música de cámara, con lo que el circuito no está desarrollado, y es una pena porque hay un montón de auditorios, de ciclos... Pero la música de cámara no se toma nunca demasiado en serio. Es un problema de base. Porque hay buenos músicos, pero si no se cuida ni en los conservatorios...

–¿Y cómo subsiste entonces el Trío Arbós?

–Primero porque tenemos otras cosas. Y segundo, porque llevamos muchos proyectos diferentes: de recuperación de patrimonio como este, otros vinculados a la música de hoy día, otro que estamos haciendo con flamenco y está teniendo mucho éxito... Hay que estar activos, con muchos frentes abiertos y ser creativos e imaginativos. Y el trabajo llega.

–¿Insistirán en disco por este camino?

–Sí. Acabamos de grabar para Naxos el Triple Concierto que nos dedicó Roberto Sierra. Pero lo próximo será otro disco con música española de finales del XIX.

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