Grieg y Sibelius en la Fundación March

Melodramas nórdicos

  • La Fundación Juan March presenta en su ciclo anual de ‘Melodramas’ una serie de obras de Edvard Grieg y Jean Sibelius, las del compositor finlandés jamás vistas en escena en España

Edvard Grieg y Jean Sibelius, los dos compositores nórdicos más célebres

Edvard Grieg y Jean Sibelius, los dos compositores nórdicos más célebres / D. S.

La música alemana dominó los géneros instrumentales durante todo el siglo XIX. La concepción germánica de sinfonías, sonatas y cualquier tipo de obras camerísticas de raigambre clásica fue central y dominante en toda la Europa romántica. Pero el Romanticismo había despertado también los sentimientos de identidad nacional de los individuos, lo que tuvo consecuencias políticas bien conocidas (entre otras, la unificación de Italia y Alemania y la disolución de los grandes imperios, que sólo se confirmaría tras la Gran Guerra), y obviamente afectó al ámbito cultural. Así, en la periferia del continente nacieron escuelas artísticas propias, nacionales, que tuvieron en la música uno de sus principales cauces de expresión.

Noruega y Finlandia se pasaron todo el siglo XIX dependiendo política y culturalmente de otros países. Noruega primero de Dinamarca y desde 1814 de Suecia, de quien no logró independizarse hasta 1906; Finlandia, hasta 1809 de Suecia y después de Rusia, hasta la independencia, lograda, tras sangrienta guerra civil, en 1917. Reprimidos políticamente, los anhelos identitarios se expresaron fundamentalmente en la literatura y en la música. Edvard Grieg (1843-1907) y Jean Sibelius (1865-1957) representan para Noruega y Finlandia, respectivamente, la expresión máxima de esa voz nacional en música.

Habría que poner muchos matices a esa tesis. En realidad, ambos manejaron de manera primordial las formas clásicas. Cierto que Grieg, a pesar de la celebridad de su Concierto para piano, prefirió siempre el ámbito de la canción y de las miniaturas pianísticas, y ahí trató con frecuencia temas y caracteres locales, a menudo inspirados en danzas y canciones propios. Sibelius, y a pesar de que negó siempre implicaciones políticas en su Sinfonía nº2, tomada por los jóvenes patriotas finlandeses como un grito de rebeldía frente a la opresión, trató a menudo con temas de la mitología y las leyendas locales. Pero en realidad la concepción que Sibelius tenía de la sinfonía, el género que lo ha inmortalizado, era puramente musical. Contrariamente a Mahler, que hizo de sus sinfonías un campo de teatro psicológico en el que cabía prácticamente todo, Sibelius buscó  siempre la mayor coherencia posible entre unos elementos musicales puramente abstractos. Y eso tiene poco de nacionalista.

Fuera cual fuere el grado de identificación con los medios nacionalistas de sus respectivos países ni Grieg ni Sibelius volcaron sus sentimientos en la ópera. Grieg jamás compuso una, aunque se le conocen intentos de escribir sobre la historia medieval noruega a partir de un libreto de su contemporáneo Bjørnstjerne Bjørnson. Sibelius estrenó en 1907 una operita de apenas 35 minutos y tema también medieval (La doncella de la torre), pero la obra, que estaba en sueco, el idioma materno del compositor por otro lado, no tuvo ninguna trascendencia ni en aquel momento ni después. La mayor vinculación de Grieg con el mundo del teatro le viene por su música incidental para el Peer Gynt de Ibsen, que incluye algunas de sus páginas más célebres. Sibelius compuso bastante música incidental para dramas entre otros de Shakespeare, Strindberg y Maeterlinck.

La Fundación Juan March se ha fijado en cualquier caso en otro tipo de piezas dramáticas, a las que viene dedicando un ciclo específico desde 2016. Son los melodramas, obra en la que el texto hablado alterna o se superpone a música instrumental. A menudo, y para evitar la posible confusión con otras acepciones del término 'melodrama' (entre ellas la que lo identifica con la ópera italiana) se usa la expresión melólogo. Desde el Pygmalion de Rameau, estrenado póstumamente en 1770, que tuvo apreciable éxito en Alemania, la técnica del melodrama fue muy empleada por Jiri Antonin Benda, pero puede hallarse en Mozart (su singspiel incompleto Zaide), Beethoven (Fidelio), Weber (El cazador furtivo) o Berlioz (Lelio), además de dar forma a obras específicamente melológicas (permítaseme el término).

Paco Azorín es responsable de la escenografía del espectáculo Paco Azorín es responsable de la escenografía del espectáculo

Paco Azorín es responsable de la escenografía del espectáculo

En la exploración de este género poco habitual de las programaciones, la Fundación Juan March ha pasado por el Manfred de Schumann sobre texto de Lord Byron y por obras de Strauss y de Liszt. Este año, le toca el turno a Grieg y Sibelius. Entre el domingo 2 y el miércoles 5 de junio habrá una función diaria (el domingo a las 12, los otros días a las 19.30) en la sede de la fundación (calle Castelló, 77 de Madrid) de un espectáculo que contará con dirección escénica de Ernesto Caballero y escenografía de Paco Azorín y Fer MuratoriMaría Adánez y Joaquín Notario actuarán como narradores y un cuarteto formado por el pianista Eduardo Fernández, la soprano Svetla Krasteva, la violinista Cecilia Bercovich y el violonchelista Fernando Arias pondrán la música.

Además de una serie de obras pianísticas, que funcionarán como preludio e interludios, podrá escucharse Bergliot Op.42 de Grieg, melodrama a partir de un texto de Bjørnson datado en 1885, una obra de algo menos de veinte minutos de duración, escrita para narrador y piano sobre el drama medieval de la mujer del título, especie de Brunilda noruega, que jura venganza contra un rey traidor responsable de la muerte de su esposo y su hijo. Aunque parece que a Grieg no le convenció demasiado el ciclo del Anillo de Wagner, en su música hay indiscutibles resonancias wagnerianas. 

En el caso de Sibelius se han escogido Una huella solitaria y Oh, si hubieras visto, dos obras breves para narrador y piano, La nixe, que es una canción de la Op.57 con una parte recitada (que, es de suponer, hará aquí uno de los actores en lugar de la soprano del elenco) y, finalmente, Noches de celos, la obra más extensa del lote (en torno a los 15 minutos), también con  soprano, además del narrador, y acompañamiento de trío con piano. Estas cuatro piezas son estrenos absolutos en España, que se apunta una vez más la Fundación Juan March, institución que mantiene posiblemente la más original e importante programación musical privada del país.

Los conciertos de la fundación son gratis, con entrada libre (y posibilidad de reservar hasta un tercio del aforo), pero además la primera y última función (las de los días 2 y 5) serán retransmitidas por streaming en el canal de la propia fundación (www.march.es/directo) y en YouTube Live. La del día 5 podrá escucharse en directo a través de Radio Clásica de RNE.

LISTA DE REPRODUCCIÓN EN SPOTIFY

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