FESTIVAL DE FADO DE SEVILLA

Helder Moutinho invoca el alma portuaria de Lisboa en el Lope de Vega

  • Este miércoles a las 20:00 el cantante portugués, miembro ilustre de una dinastía de artistas, ofrece un viaje al fado más espontáneo y genuino acompañado por la joven Maria Emília

Helder Moutinho (Oeiras, Lisboa, 1969) en el barrio de la Mouraria.

Helder Moutinho (Oeiras, Lisboa, 1969) en el barrio de la Mouraria.

Helder Moutinho (Oeiras, Lisboa, 1969) es uno de los intérpretes que mejor ha preservado e interpretado el alma de Lisboa, "una de las ciudades más escritas y cantadas por poetas populares y eruditos", según él constata. Este miércoles a las 20:00 clausura el Festival de Fado de Sevilla en el Lope de Vega con una propuesta que quiere "recuperar el fado más genuino y espontáneo", el de las noches nostálgicas de la capital portuguesa, a la que define "como una de las escenas musicales más vibrantes e interesantes de Europa en este momento". Presentará además a la joven fadista Maria Emília y algunas de las canciones de su nuevo disco, basado en poemas del escritor Joao Monge, a cuyas letras puso ya voz en álbumes anteriores como O manual do coraçao.

Amante de la poesía popular, pero también de Pessoa, "el fado es una música que se presta muy bien a la métrica y temas de la escritura culta", Moutinho pertenece a una dinastía de fadistas de la que su hermano Camané es quizá el rostro más conocido y que él equipara con la saga granadina de los Habichuela."Mi bisabuelo grabó un disco de fados en los años 20, y toda mi familia está ligada al fado. Es una tradición vital y familiar para mi, somos los Moutinho".

Admirador de Carmen Linares y Buika, Helder Moutinho sostiene que "Lisboa tiene, como ocurre ahora con el flamenco, una canción muy espontánea y urbana. Queremos buscar el duende en nuestros conciertos porque las personas necesitan salir por dos horas de sus problemas, de la pandemia, precisan disfrutar y volver a ilusionarse. La idea con Maria Emília es hacer una especie de jamm session y recrear en el Lope de Vega el ambiente de nuestras casas de fados", continúa.

"El fado, cada vez más, está volviendo a su casa, a ese concepto más tradicional (basado en la guitarra portuguesa, la viola y el bajo) pero a la vez está impregnando a todas las músicas urbanas y mestizas que están surgiendo ahora en Lisboa, como en otras ciudades portuarias, pienso en Nueva Orleans o en Sevilla. No son palabras de purista, porque no lo soy, pero es importante que el fado se resetee de nuevo, se renueve desde sus orígenes, para renovarse desde la propia tradición y ser también vanguardia".

Moutinho recuerda ese fado de protesta, que hablaba de los problemas de la gente y los males del gobierno, aprovechando la acústica de las calles estrechas de Lisboa para llegar al público. "El fado callejero, el de las bodegas y los bares, murió cuando el gobierno en 1940 quiso profesionalizar a los artistas y decretó que sólo se cantara en asociaciones, y que los intérpretes tuvieran un carnet profesional. La idea era censurar las palabras, claro está. El fado espontáneo murió y ese justamente es el que hemos querido recuperar en Casa da Severa, donde cada noche conviven músicos profesionales con otros intérpretes que nunca sabes quiénes serán, ya sean grandes artistas o buenísimos pero poco conocidos o vecinos talentosos del barrio de la Mouraria".

"No quiero ya una carrera mediática sino poder cantar en locales pequeños que respeto, como hace Tom Waits"

Moutinho recuperó hace unos años la mítica Casa da Severa donde nació la primigenia fadista Maria da Mouraria, que hoy es su propia casa de fados y uno de los locales más genuinos de Lisboa. Hasta entonces él, que debutó en 1994 en tabernas del Barrio Alto y Alfama, había animado la escena lisboeta en noches míticas y locales que hoy forman parte de los circuitos como Casa do Chapito, además de desarrollar una intensa carrera internacional como solista.

"No me interesa tener una carrera mediática, me interesa hacer algo más. Dentro del mundo del fado todos me conocen pero si me plantean ahora hacer un concierto en una sala de 3.000 personas no me apetece, quiero hacer cosas calmas, en pequeños clubes que respeto, como hace Tom Waits. Quiero cantar en mi casa, en los espacios que elijo. Hace poco actué en la sala principal del Centro Cultural de Belén pero mi idea es seguir optando por escenarios más íntimos. Mi nuevo disco, por ejemplo, será realmente un libro con poemas y cuentos de Joao Monge, y grabo ya cada cuatro años".

En su recital de Sevilla, con el apoyo del Consulado de Portugal, Helder Moutinho estará acompañado, además de Maria Emília, por Ricardo Parreira (guitarra portuguesa), André Ramos (viola fado) y Francisco Gaspar (bajo acústico) para plantear un recorrido por los barrios y rincones más genuinos de su ciudad, Lisboa. Y, por supuesto, habrá un recordatorio para la gran Amália Rodrigues (él cantó durante años en el Barrio Alto con su hermana Celeste Rodrigues), a la que Helder ha dedicado el tema Rosa Tirana

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