La escena andaluza ante la pandemia

Sin directo no hay jazz

  • La oferta andaluza de jazz para ver y oír es una de las más estimulantes del panorama español y es tiempo de volver a ella. Los músicos necesitan una red en la que apoyarse para afrontar la crisis

Jam Session de Assejazz con Oscar Pantalone, Jaime Serradilla, Sergio Díaz, Bernardo Parrilla y Gustavo Díaz.

Jam Session de Assejazz con Oscar Pantalone, Jaime Serradilla, Sergio Díaz, Bernardo Parrilla y Gustavo Díaz.

Ahora que volvemos a salir a la calle y el confinamiento llega a término es la ocasión propicia para recordar y subrayar una de las características del jazz, el directo. Sin el directo el jazz no existe, sin el cara a cara de los músicos con el público la música de jazz nunca hubiera existido. La virtualización de la música en grabaciones hizo posible su difusión internacional y hace posible que tengamos jazz en casa, que escuchemos la grabación que nos apetezca cuando queramos, la historia del jazz se ha escrito en los discos y no en partituras. La grabaciones son su fuente documental sonora.

No hay que olvidar otra de sus características, la improvisación, la creación en el momento de la interpretación. En el escenario, el pulso sensitivo y sensible del músico en la ejecución es un halo vital que lo une al espectador y a sus compañeros de escena, un vínculo que revierte y se manifiesta en la música que hace.

También es ahora el momento oportuno para preguntarse que ha sido, durante la cuarentena, de los músicos profesionales que no son docentes, los que viven de la música en directo, del día a día. Para el jazz como campo cultural la música en directo es básica y fundamental, pero para el músico es vital y perentoria, pues su manutención y sustento dependen de ella.

Se mire como se mire, sin directo no hay jazz. Sin la experiencia del jazz en directo en los clubes de jazz -o en bares, cafés y otros espacios- la escena de jazz andaluza no existiría. Estos espacios han facilitado la presencia y escucha del jazz en vivo en nuestras ciudades y a la vez han facilitado el desarrollo creativo y aprendizaje de los músicos locales en sus escenarios. Es en este ámbito donde la música se escucha y se hace cultura, y donde los músicos interactúan cotidianamente construyendo su saber hacer frente al público.

Clubes de jazz

En Andalucía existen clubes de jazz desde la década de 1970, repartidos por toda la geografía andaluza. Han ido abriendo y cerrando a lo largo de cuatro décadas. No es fácil mantener un local de música en directo, se necesita voluntad y mucho amor por lo que se hace. Algunos de estos clubes son ya históricos, verdaderas instituciones y referentes culturales locales. Soberao Jazz, en Dos Hermanas, viene funcionando con alguna interrupción desde 1979 hasta hoy, el Eshavira Club en Granada está abierto desde 1989 y el Cambalache Jazz Club, en el centro histórico de Cádiz, suma ya 35 años de funcionamiento. En Almería, Clasijazz es otro clásico, funcionando desde 1998. Café Jazz Naima y Jazz Corner llevan más de veinte años abiertos al público en Sevilla. Jazz Corner es heredero y continuación de otro club, Blue Moon, inaugurado en Sevilla en 1985.

En Cádiz, la asociación El Musicario organiza conciertos durante el año en diferentes espacios de la ciudad, también está la Sala Milwokee en El Puerto de Santa María y en Algeciras la asociación Rizoma organiza Jazz en el Embarcadero, una serie de conciertos de jazz a lo largo del año, en el Auditorio de Algeciras. En Sevilla, La Trompeta Verde, en la calle Castellar, ofrece todos los martes jam sessions, El Observatorio de Música en la calle Goles lo hace todos los miércoles, y Assejazz (Asociación Sevillana de Jazz) organiza conciertos de jazz en el Espacio Turina los jueves y los fines de semana conciertos en su sede además de jam sessions los domingos al mediodía.

Jazz en el Espacio Turina. Jazz en el Espacio Turina.

Jazz en el Espacio Turina.

En Málaga capital está el CAMM Jazz Club, del Centro de Artes y Música Moderna de Málaga, el Birdland Jazz Club-The Hall y La Nave; en la provincia destacan Speakeasy Jazz Club en Fuengirola, Nerja Jazz Club y en Torremolinos está ubicado el Clarence Jazz Club, el club de jazz más grande de España, ochocientos metros cuadrados divididos en dos plantas y una programación sobresaliente.

Córdoba dispone del Café Málaga, con jazz todos los jueves, y el Jazz Café con jam sessions de blues y jazz todos los martes y jueves. En Jaén, la asociación JaenJazzy organiza conciertos en su sede y en la provincia, en Bailén, está la sala Cambalache, que ofrece música en vivo y jazz. En Granada, la Asociación Ool Ya Koo promueve todos los miércoles en la Fundación Caja Granada conciertos de jazz y ZZPub y La Casa Encendida Teatro acogen conciertos sin periodicidad fija, igual que la Chistera, en Monachil, muy cerca de la ciudad.

Festivales

Los festivales de jazz han jugado un papel muy importante en la difusión y percepción del jazz en Andalucía. Por los festivales han pasado los músicos más importantes del jazz internacional desde finales de la década de 1970. El Festival Internacional de Jazz de Granada lleva 40 ediciones, se viene celebrando desde 1980; el Festival de Jazz de Almería, 27 ediciones, y el de la Universidad de Sevilla funciona desde 1997. En Sevilla también se desarrolla el ciclo Jazz en Noviembre, en el Teatro Central.

El Festival Internacional de Jazz de Málaga celebró la edición 33 en 2019 y en Cádiz están el Festival de Jazz de Cádiz y el Campus Jazz organizado por la Universidad de Cádiz. En Jaén, el Festival Internacional de Jazz cumplió veinticinco años con su edición de 2019 y la Universidad organiza un ciclo de jazz todos los años junto a la asociación JaénJazzy. En Huelva se iba a celebrar este año, en marzo, el primer Festival Jazz Huelva en el Gran Teatro y se suspendió a causa de la pandemia.

Andalucia Big Band en el Festival Jazzahara. Andalucia Big Band en el Festival Jazzahara.

Andalucia Big Band en el Festival Jazzahara. / Antonio Torres Olivera

También en poblaciones más pequeñas se celebran festivales de jazz en verano. En Huelva hay festivales en Gibraleón, Mazagón, el Ciclo de Jazz en la Rábida -de la Universidad Internacional de Andalucía-, el festival A Orillas del Jazz en Punta Umbría y en Higuera de la Sierra hay otro festival. En la provincia de Cádiz hay festivales de jazz en El Puerto de Santamaría, en Sanlúcar de Barrameda, Jerez, Vejer, Jazzahara, en Zahara de los Atunes, y en más localidades gaditanas. En Granada están el Festival de Jazz de Monachil, Jazz en la Costa, en Almuñécar, y Jazz en el Lago en Atarfe. En la provincia de Almería destaca el Festival JazzBegote en Carboneras; en la ciudad de Córdoba se suele programar jazz dentro del Festival de la Guitarra y en la provincia destaca Jazzándaluz, el Festival Nacional de Jazz, de Priego de Córdoba.

En la provincia de Sevilla se celebra el Festival Soberao Jazz en Dos Hermanas y la Diputación organiza el Festival Jazz en la Provincia, con conciertos itinerantes por los pueblos cada mes de noviembre, que suma 27 ediciones. En Alhaurín de la Torre (Málaga) se celebra el festival Portón del Jazz desde 1997.

La trompeta verde La trompeta verde

La trompeta verde

En este momento las asociaciones culturales, creadas y gestionadas por músicos y aficionados, han asumido un rol central en la activación y dinamización de la escena jazz andaluza. Están repartidas por las ocho provincias andaluzas y cada una de ellas organiza festivales, talleres, conciertos, jamsessioms, presentaciones, mantienen big bands, etc., en su área de acción local. Dinamizan el mundo cultural creado en torno a la música de jazz y a la vez facilitan y difunden el trabajo de los músicos locales. Además, se coordinan y cooperan entre ellas a través de Andajazz, la Federación Andaluza de Asociaciones de Jazz que está integrada por Rizoma (Algeciras), Clasijazz (Almería), El Musicario (Cádiz), Ool Ya Koo (Granada), Jazzolontia (Huelva), Jaén Jazzy, Asociación de Jazz de Málaga, Assejazz (Sevilla) y Jazz PC (Priego de Córdoba). Desde su nacimiento en julio de 2015, Andajazz busca desarrollar proyectos y nuevos formatos para la circulación pública del jazz que favorezcan su difusión en Andalucía.

¿Que pasará después del Covid-19? Difícil saberlo. Se espera la continuidad de lo ya construido y retomar todos los proyectos. Los músicos han trabajado con mucho esfuerzo la actual escena andaluza. Aun así, permanece frágil ante la inseguridad que produce la ausencia de una estructura en la que apoyarse y que las instituciones culturales públicas andaluzas parece que no pueden ofrecer.

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