Unidos por su pasión por la música improvisada, el saxofonista gaditano Pedro Cortejosa y el percusionista ceutí David León llevan años ofreciendo jugosas muestras de su fructífera asociación. Ninguna de ella ofrece una vía de comunicación tan directa y espontánea como Corleone, el proyecto en formato dúo cuyos primeros pasos se dieron en 2009 con la intención de "utilizar y mezclar la electrónica y la sonoridad acústica creando un universo musical entre lo orgánico y las herramientas digitales".
Su arranque quedó documentado en su primera grabación, El proyecto FLED (2012), y la marca Corleone se extendió también a su propio sello editorial, su "fábrica de ideas", bautizado como Corleone Música Creativa. Pez de Babel (2018) llega a ahora para consolidar desde su mismo título ese arriesgado y resbaladizo lugar de encuentro "sin ataduras estilísticas y con vocación de universalidad" que define la música del dúo.
Configurado en dos sesiones de estudio de improvisación libre, el álbum traza una profunda inmersión en un espacio de interconexión que amalgama a la vez que interpreta una versátil gama de fuentes: desde la abstracción al funk, desde la sugerencia a la evidencia, Corleone vuelven a desmarcarse de arquetipos y estándares para embarcarse con convicción en un viaje sin aduanas cuyo secreto radica en su justo y necesario punto de aleación.
A ello contribuye la riqueza de timbres que aporta la combinación entre línea acústica y efecto electrónico así como la estructuración, tan abierta como compacta, de las 18 piezas, iniciada y cerrada por la misma frase. La interacción casi telepática entre ambos músicos y su potencial evolutivo llevan en volandas a este inspirado proyecto cuya apuesta por la "libertad de lenguajes" se constata holgadamente.
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