Música

Adiós a Teresa Berganza, la voz portentosa que conquistó el mundo

  • La madrileña muere a los 89 años tras una larga carrera en la que triunfó en los teatros más importantes 

Teresa Berganza, en una visita a Granada en 2013.

Teresa Berganza, en una visita a Granada en 2013. / Pepe Villoslada

Teresa Berganza, la mezzosoprano madrileña de fama internacional, con una extensa carrera musical y docente, ha fallecido a los 89 años.

Nacida en Madrid en 1933, y con un casticismo del que siempre alardeó y que aplicó también a la zarzuela, Berganza paseó su voz por la Scala de Milán, la Ópera de Viena, el Covent Garden de Londres o el Metropolitan de Nueva York.

Antes de elegir el canto estudió piano, armonía, música de cámara, composición, órgano y violonchelo en el conservatorio de Madrid. Fue académica de Bellas Artes de San Fernando, la primera mujer que ingresó en dicha institución y, entre otros, obtuvo el Premio Nacional de Música o el Príncipe de Asturias de las Artes (1991).

Se formó en el Conservatorio de la capital y al finalizar sus estudios de música, solfeo, piano y canto fue reconocida con el premio Lucrecia Arana en 1954.

Su primera actuación pública tuvo lugar en 1955 en el Ateneo de Madrid, pero su gran debut se produjo dos años después en el Festival de Aix-en-Provence (Francia). El éxito como la Dorabella mozartiana de Cosi fan tutte fue rotundo y la prensa la elogió como “la mezzosoprano del siglo”.

En 1989, tras 14 años de ausencia, reapareció en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, donde cosechó un éxito sin precedentes.

Otros momentos especiales de su trayectoria artística fueron sus actuaciones en la ceremonia inaugural de la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. También fue una de las invitadas estelares de la reapertura del Teatro Real en 1997, tras su gran rehabilitación.

Teresa Berganza, que ha actuado junto con su hija, la soprano Cecilia Lavilla, en diferentes ocasiones, comenzó a dedicar más tiempo de su vida a la docencia musical desde finales de los 90. En noviembre de 1999 relevó al tenor Alfredo Kraus, que había fallecido en septiembre, al frente de la Cátedra de Canto de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.

En 2005, por sus 50 años en la música, el selló discográfico Deutsche Gramophon editó el álbum Brava Berganza!: A birthday tribute, y tres años más tarde impartió lecciones magistrales en el Palacio de Festivales de Santander junto al músico japonés Tsuyoshi Tsutsumi.

En 2008, la cantante madrileña anunció que se retiraba de los escenarios. Estuvo casada con el músico Félix Lavilla y era madre de tres hijos.

Una despedida sin hacer ruido

“Quiero irme sin hacer ruido… No quiero anuncios públicos, ni velatorios, ni nada. Vine al mundo y no se enteró nadie, así que deseo lo mismo cuando me vaya”, dejó dicho antes de morir la mezzosoprano Teresa Berganza. Ha preferido despedirse con su extraordinaria voz cantando el Addio de Rossini.

Estas palabras se incluyen en un comunicado difundido este viernes a los medios de comunicación y publicado en su cuenta de Facebook por la hija de Berganza, quien señala que toda la familia respeta su voluntad y que su homenaje “será recordarla en toda su plenitud y seguir disfrutando de ella a través de sus interpretaciones para recordarla siempre”.

Acompañan estas breves palabras un vídeo que es el Addio de Teresa y el Addio de Rossini, uno de los autores que dieron fama mundial a la madrileña.

Mientras se escucha a la cantante española en una interpretación de poco menos de cinco minutos del Addio –canción (cavatina) independiente, compuesta para mezzo o barítono–, se van sucediendo imágenes de sus actuaciones, desde las más antiguas a las más recientes.

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