Los jubilados de Marbella se han organizado para defender sus derechos y han creado la asociación Pensionistas de Marbella, que empezó a gestarse en septiembre de 2019 en la Plaza de los Naranjos -el coso principal de la ciudad-, para exigir unas prestaciones dignas presentes y en el futuras, según ha destacado la secretaria de la organización, María del Carmen Ramos.

A falta de obtener el número del registro para ser considerado oficialmente como organización, el colectivo ya está en la calle y todos los lunes convoca a la ciudadanía a un encuentro reivindicativo en la plaza principal a partir de las 12:00, donde se dan cita una veintena de personas para defender “unas pensiones dignas y públicas”.

Los miércoles, hacen lo propio en la playa de El Cable a las 9:15 horas para celebrar los “desayunos republicanos”, a los que “cada uno lleva lo que quiere y compartimos”, para posteriormente bajar la ingesta con un “paseo al campo” o alguna visita cultural.

Ramos ha asegurado que la asociación está compuesta por “ciudadanos de a pie, cada uno con sus ideas”, pero desligada de los partidos políticos. El movimiento de pensionistas de Bilbao, extensible al resto de España, motivó a Antonio, un jubilado que ha estado “un año reivindicando pensiones dignas y públicas” en la Plaza de los Naranjos, por lo que muchos decidieron acompañarle porque “estaba pidiendo una cosa buena para todo el mundo”, y así, una iniciativa que empezó en 2018 con cinco o seis personas, hoy es apoyada por una treintena que ha decidido organizarse y gestar la asociación. Reivindican un “salario mínimo justo”, unas “pensiones mínimas justas”, así como blindarlas a la Constitución del 78 y contra la privatización.

Para ello, está en contacto con las coordinadoras estatal y andaluza de pensionistas. “Reivindicamos lo que vemos justo”, ha argumentado la activista, quien ha lamentado que en el sur del país hay una actitud más “conformista”, mientras que en el norte “están acostumbrados a reivindicar cosas”. Así, ha envidiado el movimiento de los chalecos amarillos de Francia, que lucha contra el detrimento de las jubilaciones, con un gran apoyo popular.

Como principales objetivos de la organización, ha destacado crear un grupo de “ayuda” entre los pensionistas, realizar “actividades culturales”, “pedir mejores pensiones” o reivindicar servicios que necesita la tercera edad.

“Hace falta replantear las cosas en la sociedad sobre lo que la tercera edad necesita”, ha abundado la representante del colectivo, quien ha hecho hincapié en la falta de un “centro de rehabilitación” de carácter gratuito que atienda las múltiples dolencias relacionadas con la traumatología o la fisioterapia y que brinde a los mayores una “mejor calidad de vida”, lo que va a ser una de las primeras peticiones que hará la organización al Ayuntamiento de Marbella. “La tercera edad no somos solo ocio”, ha lamentado.

Entre otras demandas, ha hecho alusión a la reducción de tarifas para los mayores de suministros básicos como “el agua, la luz o el teléfono” o la construcción de una residencia pública para la tercera edad en la ciudad en los terrenos donados por Mateo Álvarez para tal fin en los años 90 en el Trapiche del Prado, donde se levanta una antigua fábrica de azúcar que data del siglo XVII, declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. “Que no se pierdan esos terrenos en otras cosas, sino que vayan destinados a la tercera edad”, ha señalado Ramos, al tiempo que ha sugerido crear “centros médicos para atender los casos” si finalmente no se eleva el residencial.

La secretaria del colectivo ha puesto el acento en el apoyo social, al que deben sumarse todas las generaciones, ya que “las pensiones las van a privatizar”, una tendencia que según ha valorado, se extenderá a otros servicios como la sanidad. “Queremos evitar que eso ocurra y que la gente luche por su futuro, el nuestro lo tenemos medio resuelto”, ha esgrimido.