La Policía Nacional ha detenido a cuatro hombres en relación con la muerte a tiros de un hombre el pasado 2 de junio en Marbella, según han confirmado fuentes cercanas a la investigación. Dos de los arrestados son los presuntos autores materiales mientras que los otros se encargaron de darles cobertura.

Las fuentes han señalado a Europa Press que tres de las detenciones en relación con este crimen, en el que resultó muerto un hombre de nacionalidad serbia en plena calle, se han producido en Barcelona. La última se produjo en Marbella.

Todos han sido puestos a disposición judicial como presuntos autores de delitos de asesinato, organización criminal, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas y los tres arrestados en Barcelona han ingresado en prisión.

El hombre, de unos 40 años, fue tiroteado en la calle Arturo Rubinstein poco antes de las 14:00 del día 2 de junio. Desde ese momento, la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación y los agentes relacionaron rápidamente la muerte con un conflicto entre clanes de crimen organizado de origen serbio y montenegrino, iniciada en 2014 tras una pérdida de un cargamento de cocaína.

Las rápidas gestiones de los agentes permitieron identificar a los presuntos autores materiales a los pocos días del crimen, constatando que se habían desplazado a más de 1.000 kilómetros del lugar del hecho, han asegurado desde la Comisaría provincial a través de un comunicado.

Según han indicado, hace pocos días eran detenidos en Barcelona los dos presuntos autores materiales y un tercer individuo encargado de darles cobertura en la Ciudad Condal. Por último, fue arrestado un cuarto presunto miembro de la organización en Marbella, quien, supuestamente, se encargó de proporcionar la logística oportuna en esa ciudad.

Las primeras pesquisas apuntaban a que el autor, que viajaba a bordo de una motocicleta, realizó una ráfaga de disparos que alcanzaron a la víctima, varios de ellos en la cabeza. Así se desprendió de la compleja autopsia que se le practicó al cadáver en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga un día después de los hechos.

El cuerpo presentaba múltiples heridas también en el tórax y en los brazos, según fuentes próximas al caso consultadas por este periódico. El primer examen forense permitió confirmar que el homicida hizo uso de un arma automática tipo subfusil.

La Policía Nacional, que desde el primer momento se ocupó de la investigación, trabaja con la hipótesis de que el tiroteo estuvo motivado por un posible ajuste de cuentas. La investigación apunta a que, sobre esa hora, el individuo, que se encontraba en la vía pública, a las puertas de un conocido hotel, fue tiroteado por una persona que acabó huyendo. La víctima, que llevaba mascarilla y una bolsa que evidenciaba que podía haber hecho una compra, se vio sorprendida por la espalda y recibió los primeros disparos. Después, una vez en el suelo, le alcanzaron varios más. En total recibió al menos ocho tiros.

El cuerpo yacía sin vida en un paso de peatones en calle Arturo Rubistein, en la zona sur del municipio marbellí. Varios agentes de la Policía Local de Marbella fueron los primeros en desplazarse hasta allí y comprobaron que el hombre ya había fallecido. Junto al cuerpo encontraron una docena de casquillos de bala compatibles con un subfusil.