El Circuito de Jerez acogió ayer la segunda cita puntuable del Campeonato de España de Velocidad en una jornada soleada con la presencia de 17.000 espectadores, según la organización, distribuidos tanto en las gradas como en el paddock, que vibraron desde temprano con las victoria de Silva en Extreme, Viñales en 125cc, Rodríguez en Supersport y Smith en la copa Kawasaki Ninja.

En la clase Extreme, tras la salida tomó la delantera Aleix Espargaró a lomos de la Moto2 que en su corto periplo como nueva categoría se permitía el lujo de liderar una carrera aunque de forma breve, ya que unas curvas más adelante era sobrepasado y posteriormente Espargaró se iba al suelo. Tras este espectacular inicio, José David de Gea tomó el mando e imprimió un fuerte ritmo consiguiendo zafarse del resto de pilotos que por detrás iniciaron también una frenética lucha tratando de llegar a la cabeza.

Las Yamaha de Morales y Del Amor consiguieron paso a paso llegar hasta De Gea, teniendo detrás a Noyes (Kawasaki), mientras que más atrás Silva (Kawasaki), poleman de ayer, emprendió una tremenda remontada hasta alcanzar al grupo de cuatro hombres que peleaban por el podio. Finalmente en la última vuelta serían Silva, Noyes y Morales los que pelearían por la victoria. Silva tomó unos metros al inicio de este último giro que fueron suficientes para entrar en meta en primera posición, mientras por detrás Morales le ganó la partida a Noyes en un titánico y emocionante duelo final.

En cuanto a las Moto2 en pista, tan sólo entraron en meta Dani Rivas que finalizó séptimo, y Arcas, en el puesto 17. Destacar la octava posición del piloto de Algeciras Manuel Tirado, que fue primero en la Copa de España de privados, mientras que el hasta ahora líder, José Luis Cardoso no podía pasar del undécimo puesto perdiendo el liderato de la categoría que ahora ostenta Morales con 36 puntos

Tras Extreme le tocó el turno a los más jóvenes de 125cc, en la que Maverick Viñales impuso su ley desde los inicios de la prueba para alzarse con un cómodo triunfo, primero de su carrera deportiva en el CEV. Por detrás, un correoso grupo formado por Oliveira, el gaditano Moncayo, Maestro, y Martín no daban su brazo a torcer y se enzarzaban en una intensa lucha por las restantes plazas de podio. La lucha fue tan intensa que Martín y Oliveira se tocaron. Posteriormente en una fea acción el luso se la devuelve al español, que cayó y eso lo aprovechó Maestro para escaparse unos metros y conseguir la segunda posición, mientras Oliveira se las veía ahora con el gaditano, que finalmente pisaba por primera vez en el CEV el podio del Circuito de Jerez al hacerse con la tercera posición. Una vez concluida la prueba y tras revisar el incidente, los comisarios deportivos decidieron excluir de la prueba tanto al portugués Oliveira como al español Adrián Martín por su comportamiento en la carrera, heredando la cuarta plaza Isaac Viñales, primo del vencedor.

Llegó la prueba de Supersport cerró la jornada y la tónica dominadora a cargo de Ángel Rodríguez continuaba una prueba más en el certamen. El ilerdense pronto tomó el mando de la carrera y comenzó a marcar un ritmo demoledor para el resto, -casi un segundo más rápido- lo que pronto se transformó en un amplio hueco que el piloto de Yamaha Siemens Laglisse supo conservar hasta la bandera ajedrezada.

Por último se disputó la Kawasaki Ninja Cup, en la que Kyle Smith que se distanció desde los inicios del resto de competidores, entrando segundo en meta Elena Rosell, mientras que Marcos Solorza se adjudicaba el tercer peldaño del podio.

En definitiva, muchos fueron ayer los aficionados que desafiaron el intenso calor para darse cita en Circuito de Jerez y disfrutar de unas carreras que tuvieron varias notas dignas de destacar y en la que en el caso de 125 GP también contó con su polémica.

También hay que destacar que el arcense Antonio Gallardo sufrió problemas mecánicos en el cuarto giro de la prueba de Supersport y se tuvo que retirar de la pista. Gallardo ya era poco optimista en la calificación del sábado y ayer sus presagios se convirtieron en triste realidad.