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BMW Serie 4 coupé, un formato perfecto para disfrutar conduciendo

  • A BMW se le da formidablemente hacer coches como el Serie 4 Coupé, un modelo que interpreta tan bien la deportividad en tanto a conducción precisa, como el confort cuando se enfrenta a las vías rápidas. Y más aún si es el BMW 420d, añadiendo a todo bajos consumos. Desde 48.400 euros.

BMW Serie 4 coupé, un formato perfecto para disfrutar conduciendo

BMW Serie 4 coupé, un formato perfecto para disfrutar conduciendo

Tras la renovación el año pasado de la Serie 3 toca el turno de que BMW haga lo propio con la familia que, con ella, conforma la oferta media de la marca: la Serie 4. Tendrá versiones Grand Coupé, con cuatro puertas; y Cabrio, con techo de lona descapotable; con ambas comercializándose el año que viene, pero a quien le corresponde el turno ahora es al tercer componente de esta gama, el formato coupé.

El BMW Serie 4 Coupé es incluso unos centímetros más largo que el Serie 3, seis concretamente -hasta los 4,77 m de longitud-; a la vez que también es 2,3 cm más ancho y casi 6 más bajo. Su silueta es claramente distinguible, con un perfil en el que llaman la atención sus dos grandes puertas y el cristal posterior con el característico ángulo de los BMW. En cuanto a la vista posterior es una sucesión de líneas horizontales, con pilotos estrechos y grandes salidas de escape. Sin embargo, es el frontal el que atrae las miradas y la “culpa” no es de otros que de los dos enormes riñones, los dos elementos que conforman su parrilla y que quedan flanqueados por dos estrechos faros. La tecnología de estos es de lo más variado: LED, que pueden ser en opción matriciales; o los espectaculares láser. Estos faros dan un alcance de hasta 550 m y son capaces de seguir el curso de la carretera.

La trasera es muy deportiva, tan característica como el frontal. La trasera es muy deportiva, tan característica como el frontal.

La trasera es muy deportiva, tan característica como el frontal.

En el interior encontramos un salpicadero como el de la berlina, con mucho orden en las funciones, aunque también muchas teclas en torno al conductor en un momento en que otros fabricantes va reduciendo interruptores. Las que corresponden a la climatización se concentran en la consola central, por debajo de los aireadores y de la pantalla central que ahora tiene la posibilidad de conectarse con móviles Apple CarPlay y Android Auto sin necesidad de cable.

También cabe destacar la instrumentación con una pantalla que varía según el modo de conducción, el refuerzo de la información que aparece en ella con un head-up display o el control de las ayudas a la conducción, muy abundantes, desde el habitual botón en el centro del salpicadero. Entre ellas destacamos por su buen funcionamiento a la que se hace cargo de la velocidad, regulándola según el tráfico y, a la vez, de mantener al coche en el carril sin intervención del conductor.

El frontal diferencia notablemente al Serie 4 de los Serie 3 con los que está emparentado. El frontal diferencia notablemente al Serie 4 de los Serie 3 con los que está emparentado.

El frontal diferencia notablemente al Serie 4 de los Serie 3 con los que está emparentado.

Con el paquete estético M Sport con el que contaba la unidad que hemos podido conducir, el volante es muy grueso, tanto que hay que tener las manos grandes para sentirse cómodo con él. También este Serie 4 es muy adecuado para quienes aprecien sentarse cerca del suelo, muy “metidos” en el coche.

Para disfrutar conduciendo

Será por los abundantes refuerzos que tiene la carrocería respecto al Serie 3, el incremento de caída del eje delantero o que el trasero es muy ancho -incluso también porque, en el BMW 420d que hemos conducido, tenía ruedas 255/40 R18 atrás por las 225/45 R18 delanteras-, pero este coupé se siente muy bien plantado sobre el asfalto. Parece muy rígido y se aprecia un rodar sólidamente confortable en tanto que la suspensión trabaja con enorme calidad en la gestión de las irregularidades pero, a la vez, sintiendo bien como pisa.

Es incisivo en curva y estable en vías rápidas, donde se revela como todo un tragamillas también por su bajo nivel sonoro y, en el caso de la única versión Diesel con la que arranca su comercialización, el 420d, con consumos casi de utilitario: tras una conducción rápida, mitad repartida por carretera de montaña y mitad por autopistas a buen ritmo, el gasto medio se quedó en 6,4 l/100 km. Es muy contenido para una versión de 1.680 kilos, nada ligera, pero en la que los 190 CV de esta versión se siente suficientes como para no echar hoy de menos a los 286 CV de los 430d o los 340 de los 440d que llegarán la próxima primavera.

Puede ser tan ágil en curva como extraordinariamente estable en vías rápidas. Puede ser tan ágil en curva como extraordinariamente estable en vías rápidas.

Puede ser tan ágil en curva como extraordinariamente estable en vías rápidas.

Yendo como va el cuatro cilindros Diesel -los dos más potentes son de seis-, que aparece silencioso y suave, bien puede merecer la pena ahorrarse lo de más que cuesten aquellos, más cuando el BMW 420d sólo supone 49.350 euros, 950 más que el Serie 4 más asequible.

Este no es otro que el BMW 420i que, con su motor de 184 CV cuesta 48.400 euros. El siguiente por precio al Diesel sería el 430i, también con su motor de gasolina de 258 CV y que cuesta 52.500 euros; y cierra la gama, por el momento y a la espera de los M, el 440 xDrive. Este, con el motor de seis cilindros ya microhibridado con un sistema de 48 voltios y 374 CV, además de tracción total, tiene unprecio de 74.300 euros. Como todos los demás, el cambio siempre es un Steptronic, un automático, aunque las levas en el volante para el control manual son opcionales.

La enorme parrilla frontal tiene la posibilidad de cerrarse para mejorar la aerodinámica y abrirse cuando hace falta refrigeración para el motor. La enorme parrilla frontal tiene la posibilidad de cerrarse para mejorar la aerodinámica y abrirse cuando hace falta refrigeración para el motor.

La enorme parrilla frontal tiene la posibilidad de cerrarse para mejorar la aerodinámica y abrirse cuando hace falta refrigeración para el motor.

Esa microhibridación también está presente en el BMW 420d, de forma que cuando vamos acercándonos a un semáforo o stop y reducimos la velocidad, muy pronto se apaga el motor de combustión, en tanto seguimos rodando por unos instantes a vela y, en cuanto aceleramos, inmediatamente se reactiva silenciosamente. Nada que ver con aquellas características y muy evidentes activaciones que realizaban los sistemas Auto Start/Stop de anteriores BMW.

Transformación a golpe de botón

Alrededor de la palanca del cambio se sitúan los interruptores que atañen directamente a las tareas de conducción. Allí están las teclas de los diferentes modos que permite personalizar la respuesta de, fundamentalmente, tres componentes: dirección, motor y cambio. Hay dos niveles de ajuste y, en contra de lo que se aprecia en otros coches, en el BMW 420d marcan pequeñas diferencias. Así, podemos disponer de una relación más directa entre el motor y el acelerador o de una dirección que se siente más firme… o todo lo contrario. Con el primer ajuste, y en combinación con el juego que da poder desactivar el control de estabilidad en etapas, es donde más sale a relucir la vena juguetona de este coupé. Porque sí, hasta se puede convertir en curva en un coche que recuerda que lo que lo impulsan son sus ruedas traseras.

Tal cual el salpicadero del Serie 3 es el de este coupé. Visto desde aquí ambos son gemelos. Tal cual el salpicadero del Serie 3 es el de este coupé. Visto desde aquí ambos son gemelos.

Tal cual el salpicadero del Serie 3 es el de este coupé. Visto desde aquí ambos son gemelos.

Hemos tenido la oportunidad de, por primera vez, probar una curiosa ayuda a la conducción que incorpora este Serie 4: el Parking Assistant. Empecemos por decir que funciona a la maravilla, milimétricamente; y ahora expliquemos qué hace pues puede reproducir exactamente el camino realizado segundos antes yendo hacia adelante, marcha atrás. Esto permite al conductor, por ejemplo, introducir el coche en un garaje y olvidarse de tener que sacarlo, pues esa tarea se la deja a la electrónica. Y sin riesgos, porque si aparece un obstáculo en el camino que no estaba al entrar, el frenado es automático.

Majestuosos asientos. En este Serie 4 Coupé se viaja como un señor en las plazas delanteras. Majestuosos asientos. En este Serie 4 Coupé se viaja como un señor en las plazas delanteras.

Majestuosos asientos. En este Serie 4 Coupé se viaja como un señor en las plazas delanteras.

Ambiente premium para cuatro

Del análisis del habitáculo, pues la razón de ser de este coche es la forma de su contenedor que lo condiciona, sacamos varias conclusiones. Por ejemplo, que quienes van a disfrutar a cuerpo de rey de estos Serie 4 son quienes se sientan delante, con confortabilísimos asientos y acceso formidable, entre otros muchos aspectos; pero eso no quita para que si llevamos pasajeros atrás -sólo se homologa para dos- vayan a sentirse maltratados, más aún cuando van también a disfrutar de un entorno tan esmerado como el que puede esperarse de BMW ya de precios altos.

No falta espacio atrás, salvo para los muy altos, que van poder ir muy cómodamente sentados. Eso sí, al entrar o salir se acordarán de que están a bordo de un coupé. No falta espacio atrás, salvo para los muy altos, que van  poder ir muy cómodamente sentados. Eso sí, al entrar o salir se acordarán de que están a bordo de un coupé.

No falta espacio atrás, salvo para los muy altos, que van poder ir muy cómodamente sentados. Eso sí, al entrar o salir se acordarán de que están a bordo de un coupé.

Cierto que si miden más de 1,80 m de alto se van a encontrar con el techo próximo a su cabeza y que, más que entrar hasta los bien definidos asientos que les procura este coche por el gran hueco que deja los asientos motorizados, les puede costar salir por la combinación de lejanía de la banqueta al vano y la ausencia de asideros con los que ayudarse para impulsarse. Sin embargo, el espacio está bien definido y cuentan con detalles como ajuste de climatización, apoyabrazos laterales, luz de lectura, tomas USB-C… Claro, que para quien esto suponga queja es fácil imaginar la respuesta que le dará el comercial de BMW: elija usted el Gran Coupé, que con sus dos puertas traseras es hará la vida más fácil sin perder del todo esa silueta estilosa.

Amplio y bien dotado, el maletero del Serie 4 Coupé puede satisfacer bien las necesidades de sus cuatro ocupantes. Amplio y bien dotado, el maletero del Serie 4 Coupé puede satisfacer bien las necesidades de sus cuatro ocupantes.

Amplio y bien dotado, el maletero del Serie 4 Coupé puede satisfacer bien las necesidades de sus cuatro ocupantes.

Al final de ella encontramos un maletero muy capaz, de 440 litros según la marca; con asientos traseros abatibles desde él mismo si nos hiciese falta ampliar el espacio de carga. Estos respaldos se abaten en proporciones 40/20/40 -con los tiradores, el efecto de desbloqueo es de 60/40, luego se ajusta a mano-, aunque no es el único detalle de cuidado con el que BMW les ha dotado. Además de dos receptáculos laterales, encontramos en él una potente luz LED, dos portabolsas, toma de 12 voltios, cuatro ganchos para el estibaje… incluso una tapa motorizada para este maletero que da acceso a un hueco grande.

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