La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ha pedido que se reduzca el IVA que grava la obtención del permiso de conducir clase B, actualmente del 21 %, por considerar que no se trata de un artículo de lujo sino un bien necesario para el acceso y desempeño de puestos de trabajo.

El permiso de conducir B habilita para la conducción de vehículos de hasta 3.500 kilos y 9 plazas y motos de hasta 125 cc, entre otros.

La petición se incluye dentro del informe elaborado por la CNAE con medidas económicas y laborales para reactivar la actividad del sector ante la crisis de la covid-19 y presentado a la CEOE con vistas a que la patronal incorpore sus propuestas a las negociaciones con la Administración.

En un comunicado, la confederación ha subrayado que los centros de formación vial son en su mayoría microempresas con alta competencia de precios y escasos márgenes de rentabilidad y que de su subsistencia dependen más de 31.000 familias.

CNAE reclama también el cobro por prueba de examen en vez del pago único por doble convocatoria, ayudas económicas para el pago de locales y pistas de prácticas, y ayudas fiscales y subvenciones específicas para la "España vaciada".

Los empresarios de autoescuelas piden, además, flexibilidad para la incorporación progresiva de la plantilla afectada por ertes según demanda y el reinicio de la actividad completa y global, a nivel teórico y práctico, acompañado en paralelo por las administraciones que la inspeccionan y evalúan, como son la DGT y el Ministerio de Transporte.

La CNAE propone también que se preste especial atención a la cuota mensual de los afectados por una Incapacidad Temporal que no pueden solicitar el cese de actividad, y que se amplíen los plazos de validez de las inspecciones para los vehículos de autoescuelas y la ITV extraordinaria para los nuevos vehículos.