Los abogados de Silvio Berlusconi, Niccoló Ghedini y Piero Longo, han comunicado al fiscal jefe de Milán, Edmondo Bruti Liberati, que el primer ministro italiano "no comparecerá" en la Fiscalía por las acusaciones del denominado caso Ruby por considerar que el Ministerio Público milanés "no tiene competencia".

La Fiscalía milanesa notificó al primer ministro el pasado día 14 que debía comparecer para "clarificar su posición" en el proceso por inducción a la prostitución de menores que le relaciona con Kharima Ruby el Mahroug, con la que habría mantenido relaciones sexuales.

Sin embargo, los letrados han afirmado que el de abuso de poder es un delito "ministerial" y que, por tanto, es competencia del Tribunal de Ministros, por lo que el sumario del proceso debería ser traspasado a este ente judicial, informó el diario La Repubblica.

No obstante, la Fiscalía ha decidido continuar el proceso, con la intención de pedir que se juzgue a Berlusconi por "juicio rápido" porque estima que "tiene pruebas suficientes" para sentar al primer ministro en el banquillo.

Además, la Fiscalía ha asegurado que un eventual conflicto de atribución de poderes no bloquearía el proceso de investigación y que pedirán que la investigación proceda por juicio rápido a mediados de febrero, ya que necesitan "tiempo para valorar lo adquirido" en las investigaciones.

Por su parte, la oposición continúa reclamando la dimisión de Berlusconi o la convocatoria de elecciones. El líder del partido Unión de Centro, Pier Ferdinando Casini, afirmó que el llamado Tercer Polo, la alianza de su partido con los grupos Futuro y Libertad y Alianza para Italia, están "dispuestos a ir a votar" y subrayó que "no hacer nada no sirve a nadie".

Mientras, el Partido Democrático ha anunciado que comenzará una campaña para recoger diez millones de firmas a favor de la dimisión de Berlusconi. "Basta ya de esta situación que paraliza al país por los problemas del primer ministro", dijo el líder de la formación, Pier Luigi Bersani, que reclamó una "movilización popular".

Por otro lado, la prostituta de lujo Nadia Macri ha sido interrogada por la Fiscalía por sus declaraciones en el programa Annozero. Macri aseguró que Berlusconi organizaba orgías en su casa de villa Arcore y que vio a Ruby en una de estas fiestas. Además, Macri aseguró que el primer ministro pagaba "5.000 euros por pasar una noche con él".

Asimismo, el administrador del edificio situado en la calle Olgettina de Milán ha echado de sus casas a las 14 jóvenes que presuntamente relacionadas con el primer ministro porque "dañan al decoro del edificio". Según declaró una de las jóvenes, Marysthelle, a La Repubblica, la carta del administrador señala que tendrán que abandonar sus apartamentos en ocho días y que la decisión ha sido tomada después de las quejas de los inquilinos.

Por último, el presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, pidió ayer que "terminen los dramas mediáticos" y señaló que "el equilibrio y el respeto recíproco han sido alterados" y causan "un grave daño tanto a la política como a la Justicia".

En el día en que se celebraba la Jornada de la Información en el Palacio de la República, Napolitano señaló que "el sentido del límite y la responsabilidad no pueden faltar en la información, especialmente en la crónica judicial", en referencia al proceso interpuesto por la Fiscalía de Milán contra Berlusconi.

Napolitano afirmó que "es indispensable un válido equilibrio" entre "quien tiene la obligación de ejercitar la acción penal" y quien está llamado "a desarrollar las funciones de representante democrático y de gobierno" del país.

Además, el presidente recordó que "en la Constitución y en la ley" pueden encontrarse "los principios y canales normativos y procesales para hacer valer las razones de la legalidad" en su "necesario rigor y las garantías de un proceso justo".

Napolitano no hizo referencia directa al caso Ruby pero aseguró que "es necesario evitar la exasperación y la tensión que pueden sólo agravar la turbación" en la opinión pública.

Además señaló que "el sentido del Estado" ha guiado "la acción del mejor periodismo italiano" también cuando "esta determinación ha costado la vida" a algún periodista, como Carlo Casalegno, periodista del diario La Stampa, que fue asesinado por terroristas pertenecientes a las Brigadas Rojas en 1977.