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China anuncia un aumento de su potencia militar pero sin dar cifras

  • El régimen asiático considera que sería "una mala noticia para el mundo" que no pudiera garantizar su propia seguridad

China defendió ayer la necesidad de aumentar su presupuesto de Defensa, aunque eludió divulgar cifras, en contra de la tradición, al presentar la reunión anual de la Asamblea Nacional del Pueblo (ANP, Legislativo), que se inaugura hoy. El incremento año tras año del gasto militar chino, que actualmente es el segundo del mundo sólo por detrás de Estados Unidos, suscita la gran preocupación de sus vecinos, en momentos en los que las disputas territoriales en la región alcanzan tonos cada vez más crispados.

En la tradicional rueda de prensa para presentar las sesiones del Legislativo chino, la portavoz de la Asamblea, Fu Ying, evitó dar a conocer el presupuesto de Defensa chino. Preguntada al respecto, Fu contestó que "lo importante es cuál es el fin de la política de Defensa, cuál es su naturaleza: la de China es una política pacífica, que fortalece la meta de respetar la paz, no amenazar a otros". El presupuesto de Defensa, indicó, se dará a conocer con el presupuesto general en las primeras jornadas de la Asamblea.

China ha invertido una cantidad cada vez mayor en la modernización de sus Fuerzas Armadas y el año pasado destinó 670.200 millones de yuanes (106.400 millones de dólares) al apartado de Defensa, un aumento del 11,2% respecto al año anterior.

Este gasto suscita inquietud entre sus vecinos, que ven con preocupación el objetivo declarado de China de convertirse en una potencia marítima al tiempo que se endurece la retórica en las disputas territoriales que la República Popular mantiene con Japón y otros países del sureste asiático. Según Fu, "como un país tan grande, no sería una buena noticia para el mundo la incapacidad de China de garantizar su propia seguridad". "El fortalecimiento de nuestra Defensa tiene como objetivo defendernos a nosotros mismos, defender la seguridad y la paz, y no amenazar otros países", sostuvo. Así, puso como ejemplo la participación de China en misiones de paz de la ONU o en las patrullas contra los piratas somalís en el mar Rojo y el golfo de Adén.

Sobre la disputa con Tokio por las islas Diaoyu (Senkaku para Japón), que ha llevado las relaciones entre los dos países a la máxima tensión, generando roces entre aviones y barcos militares de ambas naciones, Fu insistió en que Pekín quiere resolver las diferencias mediante el diálogo, pero es necesaria la "reciprocidad".

La Asamblea Nacional que comienza hoy y se desarrolla en paralelo a la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (el principal órgano asesor del Partido Comunista), se celebra anualmente, aunque este año tendrá también que nombrar al nuevo presidente del país y relevar a los dirigentes de las principales instituciones. El secretario general del Partido Comunista de China, Xi Jinping, relevará a Hu Jintao como jefe de Estado y el actual viceprimer ministro, Li Keqiang, será nombrado nuevo primer ministro sustituyendo a Wen Jiabao.

La Asamblea, que concluirá el próximo día 17, dividirá sus trabajos en cuatro bloques. En el primero, de tres días y medio, se revisará el presupuesto del Estado y se analizará el informe de trabajo del Gobierno saliente. A continuación, los 2.987 diputados examinarán las propuestas de reformas al Consejo de Estado (Ejecutivo chino), en un segundo bloque de otros tres días y medio.

Tras un descanso el 12 de marzo, a partir del 13 se acometerán los nombramientos de las nuevas autoridades del Estado chino. Además de Xi y de Li, se nombrarán también a los nuevos viceprimeros ministros, el vicepresidente, el presidente del Tribunal Supremo y el gobernador del Banco de China. El último bloque durará medio día y en él se divulgarán las resoluciones de la Asamblea.

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