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El asedio del EI a un campo de refugiados sirio provoca una situación "catastrófica"

  • Los combates impiden la entrada de ayuda y la salida de civiles de Al Yarmuk Los ataques del régimen mataron a 1.430 personas este año

La situación se mantenía sin cambios sustanciales en el campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk, en la periferia de Damasco, donde ayer continuaban los combates sin que ninguna de las dos partes lograra avanzar y sin que haya podido introducirse ningún tipo de ayuda humanitaria.

"Apenas ha habido cambios sobre el terreno", informó el director de la Fundación Yafra para la Ayuda y el Desarrollo de la Juventud, Wesam Sabaaneh, que desde Beirut está en contacto con fuentes en el lugar. Esta ONG tuvo que retirarse el jueves de Al Yarmuk tras el asesinato de uno de sus voluntarios a manos del EI, que irrumpió en Al Yarmuk el día anterior.

Desde entonces, los yihadistas se enfrentan a la organización Aknaf Beit al Maqdis -una facción palestina opuesta al régimen del presidente sirio, Bashar l Asad- y a rebeldes de otros grupos que acudieron a defender el campo, situado en el sur de la capital, Damasco.

Por la mañana reinaba una calma relativa en Al Yarmuk, donde sus habitantes aprovecharon para salir brevemente de sus casas y buscar sustento, explicó por internet el activista de la opositora Red Sham Hasan Taquiedin, desde las afueras de Damasco.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos agregó que varios proyectiles cayeron en las inmediaciones del Hospital Al Basel y del parque de los Mártires.

También hubo enfrentamientos entre los yihadistas y otras facciones en el vecino distrito de Al Hayar al Asuad, por donde el EI entró al campo de refugiados.

Ante la continuación de las hostilidades, ningún habitante de Al Yarmuk pudo ayer huir a otros lugares, como Yalda, Beit Sahem y Babila, próximos al campo y adonde escaparon centenares de familias durante el fin de semana, ni acceder a él las organizaciones humanitarias.

En esas zonas, la Media Luna Roja siria repartió en los últimos tres días unos 10.000 paquetes de comida entre los desplazados, dijo una fuente en la capital siria.

La Media Luna Roja estudia ahora cómo solucionar la escasez de agua y los problemas sanitarios que afrontan las personas que escaparon de Al Yarmuk a otras áreas, con tanques de agua y el envío de unidades médicas equipadas con los medios necesarios.

Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa) calificó de "totalmente catastrófica" la situación humanitaria en Al Yarmuk. El Consejo de Seguridad se reunió el lunes de urgencia y exigió a los bandos que protejan a los refugiados, permitan la entrada de ayuda humanitaria y faciliten la evacuación de civiles.

Por otro lado, al menos 1.430 personas han muerto, la mayoría civiles, por los bombardeos de la aviación del régimen de Al Asad en distintas zonas de Siria este año, informó ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

De esas víctimas mortales, al menos 1.126 eran civiles, de los que 231 eran menores, 177 mujeres y 718 hombres.

El resto de fallecidos, 304, eran combatientes de facciones rebeldes, así como del Frente al Nusra -filial siria de Al Qaeda- y del grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Además, al menos 8.000 personas resultaron heridas por los bombardeos gubernamentales.

En total, las autoridades sirias efectuaron un total de 7.972 ataques aéreos: 4.425 con helicópteros, que lanzaron barriles de explosivos, y 3.547 con aviones.

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