La conmemoración del 65 aniversario de los bombardeos de Dresde trajo ayer consigo enfrentamientos entre neonazis y manifestantes de izquierdas que tuvieron que ser separados por la Policía. Según un portavoz policial, algunos agentes fueron atacados por los manifestantes.
Entre 6.000 y 8.000 neonazis se dieron cita para iniciar una marcha a través de la ciudad cuyo recorrido fue bloqueado por manifestantes de izquierdas. Además, un autobús en el que viajaban neonazis fue atacado y terminó con las lunas rotas. Siete personas fueron arrestadas.
Paralelamente a la confrontación, la alcaldesa Helma Orosz participó en una cadena humana por la paz, convocada por las iglesias, los partidos democráticos y otras organizaciones.
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