El Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) lanzó una campaña de arrestos de miembros de la facción rival de Al Fatah en Gaza, en vísperas de la conmemoración hoy del quinto aniversario del fallecimiento de Yaser Arafat.

La campaña se inició en la mañana de ayer, y siguió a la decisión del grupo que controla la Franja de impedir un año más la celebración de ceremonias masivas en recuerdo del histórico dirigente palestino, según denunciaron activistas de Al Fatah.

Dirigentes del movimiento nacionalista encabezado por el presidente palestino y sucesor de Arafat, Mahmud Abbas, dijeron bajo condición de anonimato que fuerzas de Hamas "lanzaron una vasta campaña de detenciones contra Al Fatah por la que ya han sido aprehendidos varios miembros y seguidores".

Entre los arrestados se cuentan Mohamed al Nahal, miembro del Consejo Revolucionario de Al Fatah, elegido en el congreso celebrado por el movimiento en agosto en Cisjordania. Integrantes de los Servicios de Seguridad Interna de Hamas en Gaza detuvieron a Al Nahal en su vivienda, según declaró a los medios un familiar.

Por su parte, el Ministerio del Interior de Hamas ha negado las acusaciones de que sus cuerpos de seguridad estén persiguiendo a los seguidores de Al Fatah que tratan de organizar actos en conmemoración del aniversario de la muerte de Arafat. Su portavoz, Ihab al Ghussein, dijo que el movimiento rival no ha presentado una solicitud a las autoridades de la Franja en la que se demande la convocatoria de una celebración para recordar el fallecimiento del líder palestino.

Hamas controla la Franja de Gaza desde junio de 2007, después del enfrentamiento armado con los seguidores de Al Fatah y funcionarios leales a la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Desde entonces, sólo ha permitido en una ocasión la celebración de un acto conmemorativo en recuerdo de Arafat, en 2007, cuando se libraron violentos enfrentamientos entre seguidores de Hamas y los participantes, que se saldó con la muerte de 12 personas, la mayoría civiles.

Cinco años después de la muerte de Arafat, los palestinos, debilitados y divididos, ven cada vez más lejos los sueños de paz y de un Estado independiente forjados por el añorado dirigente.

En Cisjordania, un gran acto conmemorará su fallecimiento, ocurrido el 11 de noviembre de 2004 en Francia a los 75 años.

"Abu Ammar (nombre de guerra de Arafat) era y sigue siendo el símbolo de nuestra lucha. Durante décadas dirigió el navío palestino en medio de las tormentas", afirma Mohamed Dhaher, de 49 años, un palestino de Jericó.

El museo blanco de Arafat en Ramala, cerca de la Mukata, sede de la Autoridad Palestina, se ha convertido en un lugar de peregrinación. "El presidente Arafat es un símbolo de la revolución palestina y no me voy de Ramala sin recitar la fatiha (una sura del Corán) en su tumba", dice Nader Ismail.

Según un sondeo reciente, el 81,9% de los palestinos lamentan la desaparición de su líder carismático. "Cuando estaba Abu Ammar, el mundo entero nos respetaba, pero ahora somos muy débiles", deplora Sali Abu Nadir, de 36 años, profesor en Nablús. "Ahora somos como un balón de fútbol al cual todos patean", lamenta.