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Israel afirma que Abbas "cruzó una línea roja" en su acuerdo con Hamas

  • El ministro de Exteriores judío asegura que su país tiene que analizar qué camino seguir · El presidente palestino dice que el nuevo Gobierno no abordará temas diplomáticos

El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, fue muy crítico ayer con el acuerdo entre las organizaciones palestinas Al Fatah y Hamas y consideró que, con la decisión, el presidente palestino, Mahmud Abbas, "cruzó una línea roja". Israel tiene que analizar ahora qué camino seguir, añadió.

Tras años de enemistad, el partido Al Fatah de Abbas y el movimiento Hamas anunciaron por sorpresa el miércoles en El Cairo un acuerdo para la reconciliación entre las dos organizaciones enemistadas, mediado por Egipto.

Lieberman exigió a la comunidad internacional que presione a cualquier nuevo gobierno interino palestino para que cumpla tres condiciones: que reconozca el derecho de existencia de Israel, renuncie a la violencia y apoye los acuerdos de paz interinos.

Estas premisas fueron establecidas por el Cuarteto para Oriente Próximo, formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU después de que Hamas venciera a Al Fatah en las elecciones parlamentarias de 2006.

El ministro criticó especialmente la cláusula en el acuerdo entre Hamas y Al Fatah que establece la liberación de prisioneros de Hamas presos en Cisjordania y los de Al Fatah retenidos en Gaza.

"Todos los prisioneros de Hamas en Judea y Samaria serán liberados, lo que significa que cientos de terroristas circularán por Cisjordania", advirtió Lieberman.

Judea y Samaria es el término bíblico hebreo generalmente usado por los israelíes nacionalistas para referirse a Cisjordania.

Lieberman dijo en la radio israelí que Hamas probablemente se haga con el control de Cisjordania en las elecciones. El grupo islamista controla la Franja de Gaza desde 2007, cuando expulsó de ese territorio a las fuerzas de seguridad leales al presidente Abbas. Israel mantiene desde entonces un estricto bloqueo a la Franja.

El acuerdo interpalestino prevé la celebración de elecciones parlamentarias y presidenciales en un plazo no mayor a un año, así como la elección de un nuevo Consejo Nacional de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Al Fatah y Hamas acordaron también la formación de un gobierno de transición, integrado por figuras independientes, hasta que se celebren las elecciones. Sin embargo, Hamas dejó en claro que no va abandonar su lucha contra Israel y que el gobierno de transición no podrá llevar a cabo negociaciones con el Estado judío.

Por otro lado, según indicó ayer Abbas, el nuevo gobierno de transición palestino se concentrará en la preparación de nuevas elecciones y en la reconstrucción de la Franja de Gaza. Éste también reiteró que el nuevo gabinete no abordará cuestiones diplomáticas. "La diplomacia seguirá siendo una atribución de la OLP", sostuvo.

Abbas se reunió ayer en Ramala con un grupo de israelíes de alto rango que le presentaron una nueva iniciativa de paz. El presidente recalcó que continúa aspirando a un plan de paz con Israel en el marco del proceso de negociaciones.

No quiso pronunciarse, sin embargo, respecto al líder de Hamas Mahmud Sahar, quien afirmó anteriormente que el nuevo gobierno palestino no reconocerá a Israel.

"La diplomacia es mi ámbito y el gobierno trabajará de acuerdo con mi política", aseveró Abbas, afirmando que él es el responsable de nombrar a un primer ministro y a los ministros, y que en breve presentará al nuevo gabinete.

"Lo que ha ocurrido en El Cairo es la llave a la paz", aseguró y llamó a los países occidentales a respaldar el proceso de reconciliación interpalestino. "Dennos una oportunidad", pidió Abbas. "Sabemos lo que hay que hacer".

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