Israel aprobó ayer la construcción de 300 viviendas en el asentamiento judío de Bet El, en el territorio ocupado de Cisjordania, el mismo día en que demolió dos edificios en la misma colonia en cumplimiento de una orden judicial.

Decenas de colonos judíos se hicieron fuertes en los últimos días en ese asentamiento para protestar contra las demoliciones, ordenadas en una sentencia dictada el día 24 por el Tribunal Supremo israelí, que ratificó ayer su decisión. Se trataba de inmuebles parcialmente construidos en tierras privadas palestinas, consideradas por la Justicia israelí ilegales.

Según la legislación internacional, es ilegal cualquier construcción para uso civil en los asentamientos israelíes instalados en territorio ocupado en la Guerra de los seis días (1967).

Miembros del Ejecutivo israelí (en particular los del partido ultranacionalista Hogar Judío, vinculado a los colonos) amenazaron con abandonar la coalición dejando al primer ministro, Benjamin Netanyahu, en minoría parlamentaria.

Asimismo, le exigían que diera luz verde a un proyecto de edificación anunciado años atrás en diferentes parcelas de Bet El en compensación por las demoliciones.

El fallo obligaba al Gobierno a demoler dos edificios que albergaban 24 viviendas, después de que el Ejecutivo pidiera su legalización retroactiva.