Reino Unido

Johnson cumplirá la ley y pedirá una extensión del 'Brexit' si no hay acuerdo

  • El ministro británico para la salida de la UE confirma las intenciones del 'premier' ante un comité parlamentario

  • El jefe del Gobierno negocia con los diputados que podrían vetar el tratado

El ministro británico para el 'Brexit', Steve Barclay, ayer en Londres.

El ministro británico para el 'Brexit', Steve Barclay, ayer en Londres. / will oliver / efe

El titular británico para la salida del Reino Unido de la UE, Steve Barclay, aseguró que el primer ministro, Boris Johnson, "cumplirá" con la legislación que le obliga a solicitar un retraso del Brexit si no hay acuerdo antes del 19 de octubre.

En una declaración ante el comité parlamentario para la marcha del país del bloque europeo, Barclay indicó que Johnson escribirá una carta a Bruselas solicitando una prórroga si antes del sábado Londres y Bruselas no han alcanzado un pacto de salida.

La líder del DUP desmiente que haya dado su visto bueno a la propuesta del 'premier'Johnson sostiene que las negociaciones con Bruselas se encuentran en el "paso Hillary"

"Puedo confirmar, como ha indicado de manera reiterada el primer ministro, que en primer lugar, el Gobierno cumplirá con la ley, y en segundo lugar, cumplirá con las garantías dadas al tribunal (de Escocia) con relación a la legislación", afirmó Barclay en vísperas de la crucial cumbre europea, convocada hoy y mañana.

El ministro para el Brexit aludió así al dictamen del Tribunal de Sesiones de Edimburgo, que el pasado día 7 desestimó una demanda para obligar a Johnson a solicitar una extensión en caso de que no hubiera un acuerdo.

Esa corte consideró que tanto el líder tory como el Ejecutivo habían proporcionado "garantías inequívocas" de que cumplirán con la llamada Legislación Benn, aprobada por el Parlamento en septiembre, que establece la necesidad de pedir una prórroga de las negociaciones si no hay consenso para el día 19.

Barclay opinó que "lo que es esencial" ahora es alcanzar un pacto con Bruselas y valorar, a continuación, si éste puede ser aprobado en el Parlamento, "y ése es el test en el que estamos centrados", agregó.

"Los asuntos que tenemos ante nosotros hoy, desde el punto de vista del Gobierno, es ver cómo obtenemos un acuerdo y salimos de la UE de manera suave y ordenada, porque el primer ministro y el Gobierno están absolutamente comprometidos a salir el 31 de octubre", dijo.

Por su parte, Johnson buscaba la complicidad de sus socios norirlandeses y de los tories euroescépticos, de quienes depende su mayoría en el Parlamento británico, antes de cerrar un nuevo acuerdo del Brexit con la UE.

Mientras las negociaciones técnicas continuaban en Bruselas, el premier mantuvo contactos en Londres con los principales grupos que amenazan con vetar en la Cámara de los Comunes cualquier tratado de salida que no satisfaga sus demandas.

El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP) reclama que la Asamblea autónoma de la región británica tenga peso suficiente en las decisiones que se tomarán sobre el futuro estatus de la frontera en el Ulster tras el Brexit.

La formación también se ha mostrado escéptica sobre un arreglo que interponga controles aduaneros entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido.

La líder del DUP, Arlene Foster, enfrió las posibilidades de que respalde las propuestas de Johnson a la UE, a pesar de que medios irlandeses informaron de que ya había dado su visto bueno. Ella calificó esas informaciones de "sinsentido".

Más conciliadores se mostraron los euroescépticos conservadores, que asistieron a un breve encuentro entre el primer ministro y los diputados de su grupo parlamentario. Una de las principales demandas de esos tories es que el Reino Unido tenga libertad para firmar acuerdos comerciales con terceros países y desviarse de las normas comunitarias.

Ante sus colegas de bancada, Johnson declaró que las negociaciones con Bruselas se encuentran en el "paso Hillary", en referencia a uno de los últimos y más peligrosos pasos de la ascensión al monte Everest.

El diputado conservador Steve Baker, uno de los líderes de la facción más euroescéptica, dijo que el acuerdo que está negociando el primer ministro "podría perfectamente ser tolerable" para ellos.

Poco antes, Johnson informó a su Gabinete de ministros sobre los avances en el diálogo con los negociadores comunitarios. Según su portavoz oficial, éste les trasladó que existe "la posibilidad de alcanzar un buen acuerdo", pero todavía "quedan asuntos pendientes" por resolver.

El Gobierno confirmó que siguen adelante los planes para convocar una sesión parlamentaria extraordinaria el sábado, en la que podría tratar de someter a votación el pacto que se pueda firmar durante la cumbre comunitaria.

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