El grupo de contacto para Siria de la Liga Árabe decidió que su misión de observadores en ese país continúe sobre el terreno y solicitó apoyo político, financiero y logístico a sus miembros.

Según un comunicado difundido ayer al término de la reunión en El Cairo, los miembros de esta comisión ministerial acordaron "dar el tiempo suficiente" a la misión para completar su trabajo e incrementar su presupuesto y observadores.

El jefe de la misión, el general sudanés Mohamed al Dabi, debe presentar un informe a finales del primer mes de trabajo al secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, y este remitirlo al grupo de contacto.

Asimismo, se decidió que Al Arabi se ponga en contacto con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aunque se mantuvo que "la solución a la crisis debe darse en el marco árabe".

Fuentes diplomáticas informaron de que durante el encuentro afloraron diferencias entre miembros de la comisión, ya que algunos se mostraron partidarios de la participación de la ONU en la misión y otros rechazaron esta posibilidad.

La reunión fue convocada para analizar el primer informe de la misión, que constata que la violencia continúa y que las fuerzas militares siguen desplegadas en las ciudades, incumpliendo el plan árabe para acabar con la crisis.