Aunque sea paradójico, Estados Unidos puede felicitarse por el número de bajas de soldados estadounidenses en Iraq registrado en el mes de mayo. Con 19 soldados muertos el pasado mes, mayo se ha convertido en el periodo con menos bajas militares desde que se invadió el país en marzo de 2003, seguido de febrero de 2004, con 20 soldados caídos en combate.

El panorama parece esperanzador hasta que se pone atención al número de civiles iraquíes y miembros de las Fuerzas de Seguridad del país que han muerto en ese mismo mes, que juntos suman más de 500 víctimas.