La jornada electoral en México para elegir a los gobernadores y alcaldes de 14 estados amaneció teñido de sangre con siete muertos, dos mandos policiales, cuatro personas cuyos cadáveres aparecieron colgados en sendos puentes y un líder indígena, según informaron las autoridades.

Ayer se celebraron elecciones para elegir a 12 gobernadores y más de 1.500 alcaldes y diputados, en medio de un clima de temor por las amenazas del crimen organizado y en una jornada que servirán como termómetro de cara a las presidenciales de 2012.

En Chihuahua, capital del estado del mismo nombre, considerado el más violento de México, cuatro hombres aparecieron a primeras horas del día colgados de tres puentes, en una acción que se atribuye al crimen organizado.

Además, dos mandos policiales fueron asesinados en el central estado de Hidalgo durante un enfrentamiento con pistoleros, según informó la Procuraduría de Justicia estatal.

Por último, un líder indígena vinculado al Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue acribillado también la madrugada pasada al sur de Chiapas, cuando volvía de trabajar para la estructura electoral de la formación.

La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) dispuso 54 observadores en los estados donde se celebra la votación.

Estaba previsto que los primeros resultados se dieran a conocer esta madrugada. Todas las miradas están puestas sobre todo en Tamaulipas (Golfo de México), donde el narcotráfico tiene una de sus bases de poder más importantes.