"Las posibles nuevas sanciones contra Irán podrían dificultar a corto plazo el trabajo de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) en el país", advierte el director general de la organización, Yukiya Amano, a la agencia Dpa. En la primera entrevista con un medio extranjero que concede que asumió el cargo en diciembre pasado, Amano dejó también claro que su visión de la AIEA es más amplia y que el organismo podría desempeñar un importante papel en la verificación del desarme nuclear. "Como Irán declaró con bastante frecuencia, no quiere actuar bajo presión", explicó Amano, de 62 años.

Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU están debatiendo la posibilidad de imponer nuevas sanciones al país persa, debido a que se considera insuficiente su cooperación con la AIEA y a las dudas que existen sobre los objetivos pacíficos de su programa nuclear.

El diplomático japonés dijo que no hubo progreso en las últimas semanas en el intento de que Irán clarificara posibles actividades relacionadas con el desarrollo de armas nucleares. "Hasta el momento no obtuve la respuesta que esperaba". Los inspectores nucleares están buscando también información sobre unas diez nuevas plantas de enriquecimietno de uranio que Irán anunció que construiría, comenzando con dos sedes. "Estamos siguiendo esta cuestión cuidadosamente, pero no tenemos información específica sobre la construcción de estas diez o doce instalaciones". Tampoco hubo un avance en la nueva instalación de cámaras y precintos en Natanz, donde Irán comenzó a enriquecer uranio a un nivel mayor del 20 por ciento en febrero, explicó el director general.

Amano resumió que la situación "continúa siendo difícil, porque algunas de las normas y obligaciones que deberían aplicarse no se implementaron".

De cara al futuro, Amano imaginó un rol adicional para los inspectores de la AIEA. El organismo, hasta ahora responsable de incentivar y controlar el uso pacífico de ese tipo de energía, podría también en el futuro controlar el desarme nuclear.

"Tenemos los medios y las posibilidades para desempeñar un papel en la revisión del desarme nuclear", dijo Amano, en referencia al nuevo acuerdo de desarme Start que Estados Unidos y Rusia firmarán el 8 de abril en Praga, que consideró un muy buen paso en la dirección correcta.

"Start no acabará con las armas atómicas, pero reducirá el armamento nuclear estratégico; el camino tomado es tranquilizador", dijo el máximo dirigente del vigilante atómico de la ONU, que confió en que a ello puedan seguir nuevos pasos en el desarme nuclear.

Sin que esté claro bajo qué acuerdos internacionales debería regirse la AIEA en el desempeño de ese papel, Amano mencionó el tratado de reducción de material fisible, un pacto que aún está pendiente de ser negociado y que podría obligar a los países a frenar la fabricación de material para armas atómicas.

Pese al estancamiento de los últimos meses, la vicesecretaria de Estado del Control de Armas y Seguridad Internacional, Ellen Tauscher, urgió el lunes a la conferencia de desarme que retome las negociaciones sobre el mismo.

Muchos países, especialmente las naciones en desarrollo, denunciaron que los Estados armados nuclearmente no están haciendo lo suficiente para desarmarse y no cumplen su parte del Tratado de No Proliferación Nuclear global.

El japonés asumió la dirección de la autoridad de la ONU asentada en Viena de manos del diplomático egipcio y premio Nobel de la Paz Mohammed el Baradei en diciembre pasado, ante el temor de que el experto en no proliferación representara la agenda de los gobiernos industrializados.

Amano realizó su primer viaje al exterior en el cargo a Nigeria y también estuvo en Argentina, Brasil y Uruguay la semana pasada, centrándose en la energía nuclear y las terapias al cáncer provocado por la misma.