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La OTAN pide un último esfuerzo en Afganistán

  • La Alianza anuncia que el Ejército de Kabul llevará a cabo una gran operación en uno de los bastiones de los talibanes

La OTAN pidió ayer un último esfuerzo en Afganistán, con el envío de más unidades de instructores y asesores, a fin de aplicar la nueva estrategia en ese país, en el que considera que comienza a verse la luz al final del túnel.

Los ministros de Defensa de la Alianza, reunidos de manera informal en Estambul, respaldaron la nueva estrategia, que consiste en reforzar la acción del Gobierno afgano en el plano civil, mientras el Ejército y la Policía del país comenzarán a asumir en 2010 la responsabilidad de la seguridad en algunas zonas y lanzarán operaciones contra los insurgentes.

En este sentido, el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, avanzó que una gran operación dirigida por el Ejército afgano se llevará a cabo en la conflictiva provincia de Helmand (sur del país) y será "una demostración" de la nueva capacidad operativa de las tropas de Kabul.

En la conferencia de prensa que cerró la reunión, Rasmussen confió que esta operación y las que seguirán sean "un éxito que demuestre al pueblo afgano que hay progreso".

El responsable de la Alianza reconoció que 2009 ha sido "un año complicado" porque ha habido "demasiadas bajas", pero confió en que el envío de casi 40.000 soldados más en los próximos meses permitirá que los afganos asuman de forma progresiva el control de la seguridad en su país.

La ministra española de Defensa, Carme Chacón, manifestó un optimismo cauto, ya que tras algunas valoraciones más positivas de los responsables militares se ve "la luz al final del túnel" en Afganistán.

"La situación es seria, pero está mejorando", aseguró por su parte el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates,

Aun así, el secretario general insistió en que esta estrategia necesita el envío de muchos instructores y asesores para potenciar el Ejército y la Policía afganos hasta más de 300.000 miembros para octubre de 2011.

"He insistido a los aliados a contribuir más" a la misión de formación e instrucción de las fuerzas de seguridad, recalcó Rasmussen, quien reiteró su petición tanto en la reunión plenaria como en varias reuniones bilaterales.

Gates apoyó esa línea al afirmar que "se necesitan más instructores", y evaluó la cifra necesaria en "varios miles".

La OTAN busca 21 equipos de formación para el Ejército y 100 más para la Policía de Afganistán.

Proteger a los instructores es un problema, ya que se necesitan tropas de combate para acompañarlos en sus desplazamientos por el país, pero Rasmussen recordó que también faltan "1.300 instructores en centros de formación, que no correrían riesgos" en esos lugares.

La reunión vio además algunas iniciativas para atender de forma conjunta algunas de las carencias más importantes que la ISAF tiene en Afganistán, especialmente la lucha contra las minas y los artefactos explosivos, que son la principal causa de muertes de soldados en ese país.

Estados Unidos ofreció a los miembros de la ISAF vehículos especialmente protegidos para resistir ataques con minas y emboscadas, los denominados MRAP, de los que destacó que "ofrecen mejor protección que la que nuestros aliados tienen ahora".

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