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Obama enciende las alarmas

  • El presidente de EEUU compara con una "bomba nuclear" la consumación de la suspensión de pagos

El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo ayer que un desacuerdo que impida aumentar a tiempo el límite de deuda nacional será "insensato, catastrófico, caótico" y tendrá efectos de una "bomba nuclear".

En una rueda de prensa, el presidente utilizó las palabras del inversor Warren Buffett y comparó no aumentar el techo de endeudamiento con "una bomba nuclear, un arma demasiado horrible para ser usada".

El mandatario dijo que si no se aumenta ese límite para pagar obligaciones ya contraídas antes del próximo día 17 eso "será dramáticamente peor" que un cierre de la administración pública como el actual, que comenzó el 1 de octubre. "Déjenme ser claro, no hay escenario u opción buena, no hay un remedio extraordinario, no hay varita mágica que nos permita evitar el caos que se desencadenaría por primera vez en nuestra historia si no pagamos nuestras facturas", advirtió Obama, quien acusó a los republicanos de "extorsionar" para conseguir sus demandas.

El presidente fue especialmente crítico con los congresistas republicanos radicales que han minimizado las consecuencias de no aumentar el techo de endeudamiento, y dijo que difundir esas ideas es especialmente "irresponsable".

Obama aseguró que no aumentar la capacidad del Tesoro de pagar sus deudas, un debate que ya se llevó al límite en 2011, "interrumpirá la marcha de los mercados, la confianza del mundo en Estados Unidos como cimiento de la economía global".

En 2011, los republicanos en el Congreso llevaron al límite el mismo debate sobre el aumento del techo de endeudamiento, una decisión que hasta entonces constituía un mero trámite pero que a partir de ese momento se ha vuelto una excusa para forzar concesiones presupuestarias o ideológicas.

"No voy a ceder cuando se trata de la fiabilidad y el crédito de Estados Unidos (...) Estados Unidos ha pagado siempre sus facturas y lo volverá a hacer", afirmó Obama, quien llamó ayer por teléfono al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, para volver a instarle a que convoque una votación sin condiciones para aprobar el nuevo presupuesto.

Según la Casa Blanca, Obama dijo a Boehner que está dispuesto a conversar con los republicanos sobre ciertas políticas, pero advirtió que no lo hará bajo la amenaza de un cierre continuado del Gobierno.

Obama advirtió, además, de que no tiene "conejos en la chistera" para salir de la parálisis actual sin recurrir al procedimiento legislativo normal, que obliga a un acuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso.

El grupo republicano de la Cámara de Representantes, reunido ayer a puerta cerrada para perfilar una estrategia, propondrá negociar la salida de la parálisis en una comisión bipartidista.

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