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Palin aprovecha su intervención para disipar las dudas sobre su idoneidad

  • La aspirante a la vicepresidencia pronunció anoche el discurso más importante de su vida · Bush y el senador independiente Lieberman defienden a ultranza a McCain ante el cónclave republicano

La candidata republicana a la vicepresidencia de EEUU, Sarah Palin, pronunció anoche (madrugada en España) el discurso más importante de su vida, en el que intentó darse a conocer a los votantes y acallar dudas sobre su pasado.

La gobernadora de Alaska se dirigió a los delegados y a la nación desde el estrado del Xcel Energy Center, el estadio de hockey convertido en fiesta republicana para albergar la convención, en lo que fue un salto tremendo para una mujer de 44 años que hace seis era sólo alcaldesa de Wasilla, una localidad de 7.000 habitantes.

"Ha generado un nivel de emoción que no existía antes", opinó Grover Norquist, presidente de Estadounidenses a favor de la reforma tributaria, una asociación de nombre aburrido pero de gran influencia en el partido. A su juicio, la derecha religiosa "estaba muy malhumorada con McCain", pero le ha encantado la elección de Palin, que se opone al aborto, al matrimonio homosexual y cuenta con fotos con armas de todo tamaño en las manos.

Tras la moderación requerida por el paso del huracán Gustav, los republicanos pisaron el martes de lleno el acelerador en su convención con un completo programa en el que no faltaron los ataques al demócrata Obama y la defensa a ultranza de su candidato a la Presidencia, John McCain, pero sobre todo de Palin.

Si la jornada inaugural tuvo que ser mutilada el lunes, el segundo día tuvo una agenda completa. Entre los oradores estrella destacaron el presidente George W. Bush, el ex senador y ex candidato presidencial Fred Thompson y el senador Joe Lieberman.

Lieberman marcó un hito con su discurso en la gran fiesta republicana, sólo ocho años después de que la convención demócrata lo coronase como el candidato a vicepresidente del país junto a Al Gore. Ahora sigue siendo senador por Connecticut, pero oficialmente como independiente.

Con pedigrí republicano o sin él, los oradores se ajustaron al papel marcado por la campaña de McCain, que pone el ritmo para que todo salga según su estrategia.

En esa línea, los tres coincidieron en defender a Palin, que en los últimos días está siendo objeto de una dura investigación por parte de los demócratas y los medios, especialmente después de revelar el embarazo de su hija de 17 años y de conocerse que contrató a un abogado para defenderse de su supuesta implicación en un caso de abuso de poder en Alaska.

"Cuando McCain asuma el cargo en enero, tendrá a su lado a una excepcional ejecutiva", dijo Bush. Lieberman incluso aseguró que es una "reformadora" y una "líder" en una encendida defensa que sorprendió a la mayoría de analistas, dada la distancia ideológica, especialmente en asuntos sociales, entre el casi socialdemócrata Liebermann y la ultraconservadora Palin.

Más allá de la vicepresidencia, Bush, que habló por videoconferencia desde la Casa Blanca, dio el certificado de capacitación a McCain para sucederlo. "Está preparado para liderar esta nación", sentenció entre aplausos. El mandatario describió la concepción de McCain del mundo como muy similar a la suya, pero también encontró la manera de dejar claro que tienen diferencias en un generoso gesto hacia el senador por Arizona, dados sus muy bajos niveles de aprobación. "John es un hombre independiente que piensa por sí mismo. No teme decir que no está de acuerdo con algo. ¡Créanme, lo sé!".

Bush también encontró espacio para atacar a Obama con el argumento de la inexperiencia que proclama la campaña de McCain, especialmente frente al aspirante republicano. Pero los ataques correspondieron a Thompson.

Famoso por sus intervenciones en series como Law and Order, el actor utilizó su conocida ironía para criticar, especialmente por su elocuencia, al candidato demócrata, aunque no lo mencionó por su nombre ninguna vez.

"Mientras algunos hablan de reformas, McCain lideró esfuerzos para conseguir reformas", aseguró en un momento. "El respeto que (McCain) recibe por todo el mundo no es por un discurso diseñado para llamar la atención de los críticos de EEUU en el extranjero", afirmó en otro.

Lieberman, por su parte, también cumplió con lo suyo: apelar al juicio de independientes e incluso demócratas para que decidan su voto no en función del partido, sino de la persona. "Algunos de ustedes nunca votaron por un republicano. Y francamente, en una elección normal probablemente nunca lo harían. Pero quiero que crean que ésta no es una elección normal, porque éstos no son tiempos normales. Y créanme: McCain no es un candidato normal". "Apelo a independientes, demócratas y republicanos. Unámonos para hacer que un gran patriota estadounidense, John McCain, sea nuestro próximo gran presidente", sentenció.

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