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Rusia augura "problemas" con la UE tras la independencia de Kosovo

  • Solana se convierte en el primer alto cargo en visitar a los líderes albanokosovares tras la secesión · El Parlamento aprobó ayer el nombramiento de un ministro de Exteriores y la expedición de pasaportes

El representante ruso ante la Unión Europea, Serguei Yastrzhembski, auguró ayer "problemas" en las relaciones entre Rusia y la Unión debido al reconocimiento de la independencia unilateral de Kosovo. "Sería ingenuo pensar que la posición de los principales países de la UE en relación a Kosovo (...) no será un problema en las relaciones entre Moscú y Bruselas", dijo Yastrzhembski, asesor del presidente ruso, Vladímir Putin, citado por la agencia Interfax.

El diplomático subrayó que la decisión de la UE de reconocer la secesión de la región serbia de mayoría albanesa "va en contra del derecho internacional y las resoluciones de la ONU". Yastrzhembski, asimismo, destacó que en el seno de la UE "hay no pocos escépticos" y agregó que "sólo un ciego puede no ver las funestas secuelas que conllevará para Europa el juego disputado en Kosovo".

Las declaraciones del representante ruso se produjeron en el mismo momento en que el responsable de la política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, afirmaba en Pristina que los 27 están "unidos" sobre la independencia de Kosovo, aunque reconoció que cada país miembro tiene sus propios procedimientos para reconocer o no la soberanía de la ex provincia serbia. "Diferentes países tienen diferentes ritmos y procedimientos para tratar las nuevas realidades en la comunidad internacional", dijo tras a una reunión con el primer ministro kosovar, Hashim Thaci.

En referencia a la negativa de algunos países de la UE, como España o Rumanía, a reconocer la independencia de Kosovo, Solana destacó que la Unión como tal "no reconoce países, sino que son los países miembros que lo hacen en base a su legislación nacional".

Solana llegó ayer a Pristina en la primer visita de un alto mandatario internacional a Kosovo desde la declaración unilateral de la independencia el domingo pasado.

Tras una reunión inicial con el presidente de Kosovo, Fatmir Sedjiu, el responsable de la política exterior de la UE, dijo que "la alegría demostrada en las calles de Pristina por la independencia debe ser convertida en una energía constructiva y positiva" para construir una sociedad moderna y democrática.

Los diputados de la que fue provincia serbia dieron su visto bueno en primera lectura a una decena de leyes, que incluyen la creación de un Ministerio de Exteriores, el autogobierno a nivel local, el uso de los símbolos estatales y la emisión de pasaportes. El Parlamento debe aprobar en los próximos días 34 leyes para poner en práctica lo previsto en ese plan, rechazado en su momento por Serbia y que nunca pudo ser votado en el Consejo de Seguridad de la ONU al amenazar Rusia con el veto.

Mientras el nuevo "Kosovo independiente" comienza a dar sus tibios primeros pasos en la escena internacional, a falta de un reconocimiento unánime como Estado, desde la Union Europea (UE) se trabaja a marchas forzadas para que la poblacion kosovar pueda aspirar a un futuro laboral y personal prometedor, de cara a una eventual adhesión del nuevo país al bloque comunitario.

Para luchar contra la pobreza y la exclusion social y a favor del progresivo acercamiento de Kosovo a la UE, la Fundacion Europea para la Formación, una de sus agencias especializadas, asesora a las autoridades kosovares sobre la manera de adaptar sus estructuras para asumir el reto de su eventual adhesion al bloque en un futuro.

"Kosovo sigue evolucionando desde un entorno de posguerra a un nuevo escenario que nos plantea nuevos retos. Esto está ocurriendo al tiempo que las instituciones de gobierno local van asumiendo cada vez más responsabilidades de manos de Naciones Unidas (que hasta ahora administraba la ex provincia serbia) y al tiempo que los Balcanes occidentales prosiguen su integración con la UE", aseguró Muriel Dunbar, directora de la Fundación.

Y es que los datos hablan por sí mismos: según un estudio llevado a cabo por la agencia de la UE, la pobreza afecta al 37 por ciento de la población de Kosovo (de origen mayoritariamente albanés), mientras que el desempleo se ceba con cerca del 40 por ciento de los kosovares.

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