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Rusia es la gran triunfadora en Ucrania, además de Yanukovich

  • El candidato vencedor enterrará la Revolución Naranja y el acercamiento de su país a la Alianza Atlántica

Aunque el presidente electo y opositor a la OTAN Viktor Yanukovich ya no sea el candidato de Moscú, como en los comicios de 2004, el vencedor de las actuales elecciones presidenciales en Ucrania también se llama Rusia. El presidente saliente, Viktor Yushchenko, aspiraba a integrar a Ucrania en la OTAN a pesar de la oposición de Rusia, pero esa adhesión no se producirá bajo el mandato del ex burócrata soviético. Con Yanukovich está asegurada una distensión en las relaciones entre Moscú y Kiev, aunque esto no quiere decir que en el futuro vayan a fluir sin graves inconvenientes.

En cualquier caso, el político de 59 años, muy vinculado a las regiones de habla rusa del sur y el este de Rusia, volverá a promover el uso del idioma vecino en las administraciones públicas. Yanukovich también abordará con más tacto la herencia histórica rusa, después de que su predecesor abriese llagas con su crítico tratamiento de los crímenes cometidos bajo la dictadura de Stalin.

Debido a este enfoque de las relaciones bilaterales, Rusia había dejado vacante el puesto de embajador en Ucrania durante meses. Tras las elecciones, el nuevo embajador, Mijail Surabov, mostró su confianza en que la cooperación entre Rusia y Ucrania se normalice rápidamente. También el Parlamento ruso (Duma) mostró su alivio ante "el final de la Revolución Naranja de 2004".

A pesar de todo, tras los ajustados resultados del domingo, Yanukovich tiene claro que sólo es el presidente de "media Ucrania". Ante el caos político de su país, muchos electores admiran la "exitosa" gestión del primer ministro ruso, Vladimir Putin. Pero según los politólogos, Yanukovich también tendrá que gobernar para la parte occidental del país, que ansía un rápido acceso a la Unión Europea (UE).

Cinco años después de la Revolución Naranja de Kiev, el perdedor de entonces ya está mirando hacia Bruselas. Los comentaristas rusos advierten que Yanukovich podría embarcarse en una política de bandazos similar a la del presidente bieloruso Alexander Lukaschenko.

Por mucho que mejoren las relaciones de amistad, Rusia no piensa dejarse utilizar. Todavía habrá que esperar para ver hasta dónde está dispuesto a llegar Yanukovich para hacer realidad su promesa electoral de negociar con Moscú precios más baratos para el gas. Tras la "guerra del gas" a principios de 2009, el Gobierno ruso ya dejó claro que no pensaba tocar los acuerdos de abastecimiento alcanzados entonces por la ahora derrotada Julia Timoshenko. Tampoco la UE, que sufrió entonces la falta de suministro, tiene interés alguno en verse envuelto en un nuevo conflicto energético.

Lo que sí está claro es que, con sus 46 millones de habitantes, Ucrania tiene más que ofrecer a Rusia que la pequeña Bielorrusia. Sin ir más lejos, Moscú quiere acometer junto a Bruselas el saneamiento de la red de gaseoductos ucranianos.

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