El partido gobernante en Francia, la conservadora UMP, ratificó este sábado su programa para las próximas elecciones presidenciales en un acto multitudinario, en el que ofreció su apoyo al jefe del Estado, Nicolas Sarkozy, a la espera de que éste anuncie oficialmente su candidatura a la reelección. "La elección presidencial recompensará al candidato más sólido y en mi opinión el hombre que las circunstancias exigen es el presidente", subrayó el primer ministro, Francois Fillon, en la clausura de un encuentro de cuatro horas de duración.

La reunión tuvo lugar en el espacio ferial de la Puerta de Versalles, el mismo en el que Sarkozy fue proclamado candidato al Elíseo por la UMP (Unión por un Movimiento Popular), en enero de 2007, y aunque en esta ocasión fue el gran ausente, todos los ponentes dieron por hecho que contaban con él en la cita con las urnas de esta primavera. "Quién sino Sarkozy puede proteger a nuestros ciudadanos (...). La UMP está preparada para librar esta batalla", añadió Fillón, para quien los electores deben "evitar el salto a lo desconocido, el vacío del programa de la ultraderecha o la debilidad de los socialistas" y de su candidato, Francois Hollande.

El programa de la UMP, respaldado por el 96 por ciento de los militantes, tiene entre sus principales apuestas el abandono efectivo de la semana laboral de 35 horas para adaptar el tiempo de trabajo a las necesidades de los empresarios.

Ese apoyo a las empresas bajo la filosofía de "trabajar más para producir más" se acompaña del objetivo de llevar las finanzas públicas al equilibrio en 2016 con una reducción del gasto público, reformar el sector penal para que "todo delito sea realmente sancionado" y defender el laicismo en todo el territorio.

El despliegue, que incluye un combate efectivo contra la inmigración ilegal y el apoyo al sector educativo, según ese programa no costará nada a los contribuyentes porque asegura que no añade gastos suplementarios y que "todo nuevo gasto será compensado por un ahorro al menos equivalente".

Los guiños fueron constantes además a la necesidad de seguir trabajando de cerca con Alemania. "Queremos tomar nuestras decisiones sociales, económicas, fiscales y presupuestarias con una coordinación estrecha" con ese país, se puede leer en el proyecto de UMP.

Reflejo de esa sintonía fue la presencia de Hermann Grohe, secretario general de la Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU), que preside la canciller Angela Merkel, y quien, en una clara alusión a Sarkozy, dijo que se necesita "una Francia fuerte con un presidente fuerte al frente". Grohe adelantó que Merkel apoyará "activamente" a la UMP en la campaña electoral y asistirá a algunos de sus mítines en Francia.

Un apoyo que no resulta tampoco sorprendente, si se tiene en cuenta que ambas agrupaciones pertenecen a la misma familia política y que en el Parlamento Europeo los diputados de la UMP participan junto a los de la CDU en el seno del grupo del Partido Popular Europeo (PPE).

El mitin sirvió también para criticar al candidato socialista, que esta semana ha copado la atención mediática con la presentación de su programa, y que según los últimos sondeos figura como favorito para los comicios presidenciales, que se disputarán en primera vuelta el 22 de abril y en la segunda el 6 de mayo.

El secretario general de la UMP, Jean-Francois Copé, insistió en que Hollande quiere dirigir Francia "sin asumir riesgos", con un proyecto, que a su juicio, "carece de coraje y de visión, no tiene una estrategia a largo plazo y no contempla reformas estructurales". "Los franceses deben elegir entre la parálisis o la acción, la resignación o el coraje. Nosotros estaremos todos detrás de nuestro candidato porque es el único que puede guiar a Francia. Nos corresponde a nosotros, junto a Sarkozy, liderar ese cambio", añadió entre aplausos.

El presidente francés, que cumple 57 cumpleaños, no ha anunciado todavía sus intenciones, pero tiene previsto dirigirse mañana a los franceses, en una entrevista retransmitida por seis canales y que oficialmente está programada para anunciar reformas de carácter económico.