El Ministerio de Educación turco ha suspendido temporalmente a más de 11.000 profesores de centros públicos debido a su supuesta vinculación con la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), informan ayer los medios locales.

El primer ministro turco, Binali Yildirim, aseguró el pasado domingo que se estimaba que unos 14.000 profesores que trabajan en el sureste del país, donde se concentra la población kurda, tenían relación con el PKK, al que tanto Turquía como Estados Unidos y la Unión Europea califican como grupo terrorista.

Más de 50.000 empleados públicos, muchos de ellos profesores, han sido despedidos desde el fallido golpe de Estado del 15 de julio, bajo la acusación de tener relación con la cofradía del predicador Fethullah Gülen, al que el Gobierno acusa de organizar la asonada.

La Policía turca lanzó ayer una operación para detener a 151 militares (entre ellos seis generales), empresarios y funcionarios acusados de estar vinculados con el predicador bajo sospecha.