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La UE convence a Chequia y desatasca la ratificación del Tratado de Lisboa

  • Sin embargo, los líderes europeos no acercan posturas en la financiación contra el cambio climático.

Los líderes de la UE lograron este jueves un acuerdo para conseguir que el presidente checo, Vaclav Klaus, firme la ratificación del Tratado de Lisboa, pero no lograron avanzar en sus diferencias sobre la financiación de las medidas en los países en desarrollo contra el cambio climático.

El acuerdo supone la aprobación de un protocolo que extiende a la República Checa las garantías dadas a Polonia y al Reino Unido para eximir a ese país de la aplicación de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.

"El camino hacia la ratificación sigue abierto", afirmó el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, en la rueda de prensa tras presidir la primera jornada de la cumbre de líderes comunitarios.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, consideró que "hoy hemos quitado el último obstáculo" para concluir la ratificación del Tratado de Lisboa.

Por ello, confió en que "muy pronto" entrará en vigor, aunque recordó que, antes de que en Praga se pueda ratificar el Tratado, el Tribunal Constitucional checo tiene aún que pronunciarse el próximo martes sobre el recurso presentado por un grupo de senadores euroescépticos.

El presidente checo, Vaclav Klaus, exigía una derogación de la aplicación en su país de la Carta Europea de Derechos Fundamentales, como condición para firmar la ratificación del nuevo tratado.

El ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, afirmó que con las garantías acordadas hoy "el presidente Klaus firmará" la ratificación.

Reinfeldt, al frente de la presidencia sueca de turno de la UE, explicó que, tal como habían solicitado todos los países comunitarios, esta solución no supondrá una nueva ratificación del texto en las veintisiete capitales comunitarias.

También resaltó que al presidente Klaus "le interesa" que el Tratado sea ratificado, ya que el acuerdo alcanzado "sólo puede entrar en vigor" cuando lo haga el nuevo tratado.

El nuevo tratado europeo, destinado a aumentar la eficacia de las instituciones comunitarias y reforzar el peso global de la UE, no puede entrar en vigor mientras no lo ratifiquen los veintisiete estados miembros.

La firma del presidente checo es el último trámite que falta para su ratificación en el último estado que aún no ha completado el proceso.

Barroso, recordando el año extra que ha debido esperar el Tratado para repetir el referéndum irlandés de ratificación, afirmó que este texto le parece "un maratón con obstáculos", aunque "hoy hemos quitado el último obstáculo" para concluir la ratificación checa.

En cambio, los Veintisiete tuvieron que dejar para la segunda jornada de la cumbre del viernes el debate sobre la cumbre mundial de Copenhague contra el cambio climático, ante las dificultades para llegar a un acuerdo interno sobre la financiación a los países en desarrollo.

La Presidencia sueca de turno de la UE no logró conciliar las posiciones enfrentadas entre Estados miembros más y menos desarrollados.

No obstante, Barroso se mostró convencido de que la UE será capaz mañana de definir una posición común para Copenhague, como ha sido capaz hoy de acordar una solución al problema de la ratificación del Tratado de Lisboa en la República Checa.

Nueve países ex comunistas del centro y este de Europa -Polonia, Hungría, Rumanía, Eslovaquia, Letonia, Bulgaria, Lituania, República Checa y Eslovenia- insistieron en que antes de llegar a un acuerdo sobre las compensaciones a los países terceros por sus esfuerzos contra el calentamiento global es necesario concretar cómo se repartirá dentro de la UE la contribución comunitaria.

Por otro lado, países como Francia y Alemania se muestran reacios a que el bloque ponga sobre la mesa su oferta en materia de financiación al considerar que sigue siendo muy pronto desde el punto de vista táctico y que perjudicaría a la UE de cara a la cumbre de Copenhague, que se celebrará del 7 al 18 de diciembre.

Suecia aboga por mencionar en el texto de conclusiones de esta cumbre la fórmula para calcular la contribución de cada país a la financiación, pero sólo a escala internacional, basada en la responsabilidad por las emisiones y en menor medida en el PIB.

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