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La UE etiquetará los productos hechos en las colonias israelíes

  • Israel tacha la directriz de "hipócrita y de doble rasero" y asegura que los perjudicados serán los palestinos que trabajan en fábricas judías.

Israel rechazó este miércoles con dureza la directiva de Bruselas que exige etiquetar los productos de las colonias como tales y su primer ministro, Benjamin Netanyahu, aseguró que la Unión Europea (UE) "debería avergonzarse" de su decisión, mientras los palestinos le dieron la bienvenida. "La UE debería avergonzarse", dijo el jefe del gobierno israelí en un comunicado en el que califica el paso de "hipócrita y de doble rasero" ya que sólo Israel "y no otros 200 conflictos en el mundo" son objeto de una medida similar. "No estamos preparados para aceptar el hecho de que Europa etiquete a la parte que está siendo atacada por el terrorismo", aseveró, antes de afirmar que la economía israelí "soportará" el golpe mientras que "los que resultarán dañados son los palestinos que trabajan en fábricas israelíes".

La Comisión Europea (CE) adoptó este miércoles las directrices para el etiquetado en la UE de productos procedentes de los asentamientos judíos en territorio palestino, después de años de trabajo y con el mensaje a Israel de que no se trata de una medida política, sino técnica relacionada con la legislación europea ni tampoco de un "boicot". El ministerio de Exteriores israelí aseguró en un comunicado que pese a que se presente como una "medida técnica", "no hay duda de que el principal propósito es ejercer presión política en Israel". "Esto es injusto. Es una distorsión de la justicia y la lógica y creo que también hace daño a la paz. La raíz del conflicto no son los territorios ni los asentamientos. Tenemos memoria histórica de lo que pasó cuando Europea etiquetó productos judíos", advirtió Netanyahu.

Exteriores ha convocado este miércoles al embajador de la UE en Tel Aviv, Lars Faaborg-Andersen, para transmitirle su malestar. "Se trata de un asunto técnico relacionado con la legislación de consumo europea, que no expresa ninguna iniciativa política" y no supone una nueva norma, sino que aplica normativas en vigor hace una década, declaró este diplomático en Jerusalén a un grupo de periodistas. Indicó que el objetivo es "garantizar que los consumidores conocen el origen de los bienes que se consumen" y recordó que "la UE no reconoce como Israel las áreas más allá de la línea verde (ocupadas en 1967) al igual que el 99% de países del mundo".

Faaborg-Andersen insistió en que "los productos de los asentamientos son muy bienvenidos en los mercados europeos, simplemente tienen que tener una indicación de origen correcta". Señaló también que la medida adoptada en el caso de Israel, es distinta a la de Crimea, donde la UE no reconoce la soberanía rusa y ha prohibido la importación de bienes a su territorio. "Esto no es un boicot. ¿Cómo puede serlo si los productos de las colonias estarán en las estanterías europeas como antes? La UE está contra las sanciones y el boicot a Israel", dijo.

El europeo también defendió que no se trata de "etiquetar" en el sentido de poner una marca especial a los productos de los asentamientos, sino que, simplemente, obliga a identificar correctamente su procedencia. Hasta ahora,  esos productos entraban en los Veintiocho con la palabra "Israel" en su origen, un contrasentido ya que la UE no reconoce como israelí el lugar donde se producen. La medida afectará solamente a casi el 2% de los cerca de 13.000 millones que Israel exporta a la UE, dijo Martin Kunecny, de la ONG EuMep de Bruselas. "Aunque no parezca significativo, es 15 veces más lo que la UE importa de los palestinos desde ese mismo territorio", explicó, al tiempo que opinó que "las autoridades israelíes han tenido una reacción casi histérica porque no está acostumbradas a enfrentarse a consecuencias tangibles de sus aliados occidentales, sino a retórica que nunca se traduce en acciones".

Tres países europeos, Reino Unido, Dinamarca y Bélgica, ya habían aprobado a nivel nacional directivas similares que, según Kunecy, en algunos casos han derivado en que importadores dejen directamente de comprar productos de los asentamientos. Ya existía de facto un veto parcial europeo a productos orgánicos y de origen animal de las colonias, al no reconocer la UE las certificaciones necesarias que expide Israel, puesto que supondría reconocer la soberanía de sus organismos inspectores en Cisjordania, Jerusalén Este y el Golán sirio (en Gaza no quedan ya asentamientos). Quedan fuera, por ejemplo, los productos industriales y otros como la comida enlatada, para los que no es obligado establecer el origen en el etiquetado.

La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha valorado la decisión europea, que ha tardado tres años en aprobarse, como "un paso en la dirección correcta pero insuficiente, por cuanto los productos de las colonias, hechos con recursos naturales de tierras robadas, constituyen un crimen de guerra y deben ser prohibidos y no simplemente etiquetados", dijo el portavoz Xavier Abu Eid. El secretario general de la organización, Saeb Erekat, señaló por su parte que espera que la medida europea sea "un paso significativo hacia el boicot total de los asentamientos israelíes, construidos ilegalmente en tierras palestinas ocupadas".

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