La carrera hacia la casa blanca Sólo los negros siguen la tradición de votar a los demócratas

Virginia, el más deseado

  • El Partido Demócrata se ha propuesto conquistar este Estado sureño, tradicional bastión del republicanismo, por la importancia de su numeroso electorado

Tradicional bastión republicano, Virginia, conocida últimamente por la llegada de jóvenes activos e inmigrantes que podrían cambiar su color político, recibe este año el inédito papel de Estado clave del viejo sur en la lucha presidencial.

No es poco lo que está en juego para los candidatos demócrata y republicano a la Casa Blanca, Barack Obama y John McCain. La conquista de la Presidencia de EEUU que no se elige por el voto directo de los ciudadanos, sino por grandes electores elegidos en cada Estado, cuyo número es igual al de sus representantes y senadores. Siguiendo la regla general de "el ganador se lo lleva todo", el candidato que saca más votos en un Estado obtiene todos sus llamados grandes electores.

Entre los estados que podrían cambiar de color político figuran Colorado (oeste), Ohio (norte), Pensilvania (este), Missouri (centro) y en el sur, Florida, Nuevo México y Virginia (geográficamente al este, pero en el sur desde el punto de vista histórico).

Situado al sur de la capital, Virginia, cuya población aumentó un 20% desde 1990 y asciende a 7,6 millones de habitantes, no votó por un presidente demócrata desde Lyndon Johnson en 1964.

Una victoria de los demócratas en el sur, tradicionalmente rural, religioso y conservador, sería un retorno a las fuentes para esta parte del país, que votó sin pausa por los republicanos desde la revolución conservadora de Ronald Reagan a principio de los 80.

Derrotados por el norte del presidente republicano Abraham Lincoln, los sudistas llevaron antes los colores demócratas durante casi todo el siglo XX. Pero únicamente el electorado negro continuó la tradición estos últimos años votando mayoritariamente demócrata.

Sin embargo, elecciones recientes dieron a los demócratas razones para la esperanza. Los dos últimos gobernadores del Estado y el último senador electo son azules (el color demócrata). Y un ex gobernador demócrata tiene todas las posibilidades de ganar el segundo escaño de senador por el Estado en noviembre.

"Avanzamos mucho estos últimos ocho años", afirma Jared Leopold, portavoz de Obama en Virginia central. "Los recién llegados tienden a ser más independientes y abiertos al voto demócrata", dice.

Pero en Fredericksbourg, pequeña ciudad universitaria donde están los antiguos campos de batalla de la Guerra de Secesión, los republicanos están bien decididos a detener a Obama, quien reunió a más de 25.000 personas en un mitin a pesar de una lluvia torrencial.

"Es una ciudad interesante. Incluso durante la Guerra de Secesión, Fredericksbourg cambió varias veces de manos" entre nordistas, de uniforme azul, y sudistas, señala Eric Martin, director del equipo de campaña de McCain en la región. "Los azules fueron detenidos aquí", durante la guerra civil, recuerda, mientras al borde de las carreteras abundan las pancartas con la leyenda "Virginia para McCain".

El último sondeo de Fox News/Rasmussen otorga a Obama 50% de las intenciones de voto en Virginia, frente al 47 de McCain.

Pero los dados no están echados. Danielle Salley, de 33 años, quien apoyó a Hillary Clinton en las primarias demócratas, dice que no votará por Obama. "Para mí, es un gallito que nadie puede tomar en serio", estima, deplorando que sus amigos estén inclinados a votarlo. La joven contempla votar a McCain porque tiene más experiencia, pese a su "terrible" decisión de elegir a Sarah Palin como número dos.

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