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La caída del 'Señor de la guerra'

  • El ciudadano ruso Viktor Bout, considerado el mayor traficante de armas del mundo, será extraditado a Estados Unidos pese a la oposición de Moscú

También conocido como el Señor de la guerra, Viktor Bout era uno de los más grandes contrabandistas de armas del mundo. La historia de este ruso de 43 años, que no dudaba en hacer negocios con sangrientos dictadores, sirvió incluso para la película Lord of War (El Señor de la guerra) protagonizada por Nicholas Cage.

Ahora, dos años después de su detención, Bout será entregado por las autoridades de Tailandia a EEUU. También Naciones Unidas y la organización Amnistía International están convencidos de que el ruso comerció, entre otros, con los llamados "diamantes de sangre", pese a que él sostiene una y otra vez que es inocente.

La agencia estatal rusa Ria Novosti cuenta ahora con que el caso se convierta en uno "de los escándalos políticos y de espionaje más grandes" si Bout llega de verdad a comparecer ante un tribunal estadounidense. Antes, Moscú había protestado enérgicamente cuando la Justicia tailandesa decidió tras varios titubeos corresponder a la petición de extradición norteamericana.

El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, enfatizó que su país hará todo lo posible por que Bout regrese a casa, ya que no hay pruebas de su culpabilidad. EEUU, agregó, hizo "presión política" en Bangkok.

Las autoridades norteamericanas lo ven de otra manera. El nombre de Bout ya aparecía hace diez años en informes de la ONU que lo relacionaban con el tráfico de armas, sobre todo en zonas en conflicto en África.

Entre sus clientes estaban gobiernos y grupos clandestinos en Afganistán, Angola, Togo, Ruanda, e incluso redes terroristas como Al Qaeda y los talibanes. Los pagos corrían a cuenta del presidente liberiano Charles Taylor, que utilizaba para ello sus diamantes.

Bout, que fue traductor militar y oficial del Servicio de Inteligencia Militar ruso, el GRU, niega las acusaciones como intrigas contra su empresa Air Cess Liberia. El comerciante ruso transportó mercancías desde finales de los 80 a Angola y otros países africanos, entonces todavía por encargo de la Unión Soviética.

Más adelante se asentó con su firma en Sudáfrica, en los 90 trabajó también en Bélgica y los Emiratos Árabes Unidos.

Los investigadores parten de que las armas que vendió usando al menos siete nombres distintos, con los correspondientes pasaportes, provenían de los depósitos de antiguas repúblicas soviéticas como Ucrania y Moldavia. Sólo el armamento robado de arsenales ucranianos entre 1992 y 1998 tendría un valor de unos 25.000 millones de dólares.

Expertos militares como el periodista moscovita Pavel Felgenhauer creen que Bout pudo hacer negocios sin problemas durante tanto tiempo gracias a sus buenos contactos con servicios de Inteligencia tanto occidentales como orientales.

La fundación estadounidense Jamestown en Washington, cercana a la CIA, informó por ejemplo en octubre de 2004 que Bout llevó armas a Bagdad cuando empezó la guerra de 2003, porque las Fuerzas Armadas norteamericanas consideraban esa labor demasiado peligrosa.

Un empleado del propio contrabandista señaló asimismo que la flota de Bout, que operaba con unos 50 aviones entre Europa, los países árabes y África, viajaba a menudo a Bielorrusia, país que está desde hace tiempo bajo sospecha de estar implicado en turbios negocios de armamento.

Todo eso tendrá, sin embargo, que ser probado ante un tribunal. Bout, por lo demás, fue arrestado de manera similar a Juri Orlov, el Señor de la guerra encarnado por Nicholas Cage en la película del mismo nombre. La detención tuvo lugar en un hotel de lujo en Bangkok en marzo de 2008. Varios agentes estadounidenses le habían tendido una trampa con un supuesto pedido de armas para la guerrilla de las FARC.

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