Ocho civiles han muerto en las últimas 24 horas por los cañonazos en el este de Ucrania sumido en combates entre separatistas prorrusos y las tropas de Kiev.

Tres personas murieron en el curso de la noche del sábado en Donetsk, bastión de la sublevación prorrusa, mientras que otras diez resultaron heridas, informó la alcaldía de esta ciudad.

Según su comunicado, ayer prosiguieron los bombardeos de barrios residenciales en los que resultaron dañados numerosos edificios en los distritos Kirovski, Kievski y Kuibishevski.

Mientras, en la región de Lugansk cinco civiles murieron en el intercambio de fuego de artillería entre las partes beligerantes. Así, una persona murió por el impacto de un proyectil contra un edificio residencial en la ciudad de Pervomaisk, según un portavoz de la autoproclamada república popular de Lugansk, citado por la agencia rusa Interfax.

Otros dos civiles cayeron víctimas de un bombardeo en la ciudad de Kirovsk, según la misma fuente.

Entretanto, el servicio de prensa del gobernador de la región de Lugansk informó de que dos hombres murieron en un ataque por los insurgentes con lanzaminas contra el pueblo Kriákovka.

"Una de las minas cayó en el patio de una casa e hirió a dos hombres de 51 años de edad, que finalmente sucumbieron a las heridas", precisó el comunicado.

En vísperas de una nueva tregua acordada entre los separatistas prorrusos y Kiev y, pese a que ambas partes en conflicto han declarado en varias ocasiones un alto el fuego, las escaramuzas no cesan de hecho en ningún momento en las rebeldes regiones de Donetsk y Lugansk.

Por otra parte, dos militares fallecieron en las últimas 24 horas en los combates entre el Ejército y separatistas prorrusos en el este de Ucrania, informó ayer el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional (CSDN).

"En el curso del último día perdimos dos combatientes y otros ocho resultaron heridos", informó el portavoz del CSDN, Andréi Lisenko, quien denunció que los insurgentes han intensificado los bombardeos de las posiciones del Ejército de Kiev en las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk.

Además, indicó que los separatistas perpetraron ocho ataques contra las posiciones de las tropas en el aeropuerto de Donetsk, mayor foco de hostilidades y punto estratégico importante para las partes en conflicto. "Nuestros militares no ceden, todos los ataques han sido repelidos", afirmó Lisenko.

Occidente acusa a Rusia de apoyar con armas y combatientes a los rebeldes, pero lo separatistas dijeron que los camiones fueron saqueados por el Ejército ucraniano. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, entregó el sábado a las fuerzas de combate del Ejército nuevas armas y maquinaria bélica como helicópteros o tanques. "Los ucranianos demostraron que trabajadores pacíficos pueden convertirse en combatientes por su pueblo si se ven obligados a defender sus derechos y su tierra", señaló.