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Las discrepancias en el Congreso de Bolivia bloquean el referéndum constitucional

  • La estrategia de Morales es convocar elecciones en cuanto se apruebe la Carta Magna, pero sin que se cuente su primer mandanto al haberse abierto un nuevo proceso constituyente

El referendo sobre la nueva constitución de Bolivia sigue en el aire por la falta de acuerdos entre oficialistas y opositores, mientras miles de seguidores del presidente Evo Morales se encuentran a las puertas de La Paz para exigir al Congreso Nacional su convocatoria.

El Congreso boliviano vivió el pasado domingo una agitada jornada de negociación política que no ha dado frutos y que está bloqueada por las discrepancias en torno a la reelección presidencial que establece el proyecto de Carta Magna oficialista.

Estas diferencias provocaron que la sesión prevista para debatir la convocatoria constitucional se retrasara por más de nueve horas.

Finalmente, la sesión se inició pero volvió quedar aplazada por falta de quórum ante la decisión de la alianza conservadora Poder Democrático y Social (Podemos) de no ingresar al plenario hasta que se permita a las televisiones transmitir en vivo el debate.

Al final de la jornada, la confusión y la incertidumbre sobre el reinicio de la sesión parlamentaria eran las notas dominantes en el Congreso.

Parlamentarios del MAS aseguraron a Efe que el debate se reinstalará en las próximas horas pero diputados y senadores de la oposición insisten en que no participarán hasta que se permita la transmisión televisiva.

Legisladores de Podemos llegaron a retar, en declaraciones a los medios, al Gobierno y a los congresistas a que todos, oficialistas y opositores, dimitan en bloque y se convoquen elecciones generales en las que nadie se pueda volver a presentar.

La convocatoria del referendo constitucional tiene que ser aprobada con al menos dos tercios de los votos del Congreso, una mayoría de la que no dispone el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS, el partido de Morales), lo que le obliga a llegar a acuerdos.

El Gobierno acusó a la oposición de impedir el consenso por sus objeciones a la reelección presidencial y su rechazo a que se adelanten las elecciones generales, a pesar de haber atendido todas sus demandas sobre la Carta Magna, entre ellas, las autonómicas o las relacionadas con la reforma agraria.

Pero la oposición argumenta que el verdadero objetivo del MAS con la nueva Constitución es que Morales se perpetúe en el poder convirtiéndose en un presidente "vitalicio".

La estrategia oficialista es convocar elecciones generales en cuanto se apruebe la Carta Magna, pero la actual gestión de Morales (que inició en 2006) no contaría como primer mandato al abrirse un nuevo periodo constituyente.

De este modo, Morales podría presentarse a comicios generales en 2009 y, en caso de ganar, optar a la reelección en las siguientes para un nueva gestión de cinco años.

Mientras el Congreso Nacional se debate entre los aplazamientos y los desencuentros, la llamada "Marcha por la Refundación de Bolivia", en la que participan miles de seguidores de Morales, llegará mañana al centro de La Paz para exigir que se defina la fecha para celebrar el referendo constitucional.

La protesta, organizada por la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), que aglutina a los movimientos sociales y sindicales afines a Morales, partió el lunes pasado desde la localidad de Caracollo, situada en el departamento andino de Oruro, a unos 200 kilómetros de La Paz.

Los "marchistas" han anunciado que permanecerán en La Paz, donde debido a esta masiva concentración mañana no habrá clases escolares, hasta que se apruebe la convocatoria para aprobar la Carta Magna.

Por otra parte, en la oriental ciudad de Santa Cruz, feudo de la oposición autonomista a Morales, se ha organizado una vigilia "cívica" en contra de la aprobación del proyecto constitucional con el que el oficialismo quiere refundar Bolivia.

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