Los indígenas alzados contra el Gobierno de Alan García en varios puntos de la Amazonía peruana comenzaron a replegarse y a abandonar los bloqueos de las carreteras, dijeron a Efe fuentes de Aidesep, principal organización indígena amazónica.

El Gobierno peruano elevó a 34 muertos, de los cuales 23 son policías y 11 son civiles, el total oficial de víctimas que dejaron las violentas protestas de indígenas en la selva norte de Perú, informó a la AFP el ministro de Defensa, Antero Flores Aráoz.

"Hay 23 policías y 11 nativos muertos, eso es lo que puedo certificar oficialmente", dijo el ministro contactado por teléfono a la AFP.

Rubén Binari, del Consejo Machiguenga del río Urubamba, integrante de la directiva de Aidesep, señaló que su organización apuesta por el diálogo después de los violentos sucesos. Binari reconoció que han pedido a sus seguidores que "no cometan vandalismos, porque no queremos derramar sangre", y añadió que "ya no se van a dar bloqueos" de carreteras y ductos (tuberías para la conducción del gas o petróleo). "Firmemos la paz en la Amazonía", sugirió. "Vamos a tener que movilizarnos, pero de otra forma".

Por otra parte, aseguró que desconoce la suerte de Alberto Pizango, presidente de Aidesep y que se encuentra en paradero desconocido después de que el Poder Judicial emitiera una orden de detención.

La ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, dijo ayer que tiene información de que Pizango se encuentra en Bolivia, pero Binari aseguró que desconoce si es cierto.

Ante el vacío de poder generado por la ausencia de Pizango, Binari dijo que Aidesep ha decidido formar un "consejo transitorio" para ver cómo responder a la actual situación de crisis.

Aidesep ha liderado las protestas que comenzaron el 9 de abril y que ha cristalizado en tomas de carreteras y ductos, con la consiguiente interrupción temporal del bombeo de gas y petróleo, todo ello en protesta por una serie de decretos legislativos que consideran dañinos para los intereses de la población indígena.