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Los libaneses acuden masivamente a las urnas en unas cruciales elecciones

  • Los sondeos auguran una victoria de la alianza liderada por Hezbolá, cercana a Irán, frente a la actual mayoría respaldada por los países occidentales · Los resultados oficiales se harán públicos hoy

Los libaneses acudieron ayer masivamente a las urnas en unas cruciales elecciones legislativas que, según los sondeos, podrían dar la victoria a una alianza liderada por el chií Hezbolá proiraní frente a la actual mayoría respaldada por los países occidentales.

Centenares de electores, muchos de ellos con los colores de sus partidos, esperaban a las puertas de las oficinas electorales incluso antes de su apertura a las 07.00 en un país marcado por años de guerra, inestabilidad política y violencia sectaria. "Hay una gran afluencia" de votantes, indicó un responsable de seguridad. "No nos esperábamos una participación masiva tan temprano", agregó.

Las autoridades tuvieron que añadir mesas electorales en algunas oficinas donde afluyeron gran cantidad de electores. Las filas de espera parecían interminables.

Unos 50.000 policías y militares fueron desplegados para prevenir estallidos de violencia entre las facciones políticas rivales.

Estas elecciones deben decidir entre la continuidad en el poder de la coalición multiconfesional prooccidental y un giro hacia Irán si se impone la alianza liderada por Hezbolá (el Partido de Dios).

Los sondeos no vaticinan una victoria clara para ninguna de las dos formaciones. Todo se definirá en torno a una treintena de escaños de las regiones cristianas donde los electores están divididos. El vencedor lo será sólo por dos o tres escaños de diferencia, aseguran.

En Israel, varios ministros advirtieron ayer contra una posible victoria de Hezbolá, que, afirmaron, permitiría a Irán extender su influencia en el Líbano. El ministro de Interior y jefe del partido ultraortodoxo Shass, Eli Yishai, consideró que si Hezbolá "controla la mayoría del Parlamento, eso significaría que el Líbano se ha convertido en un Estado terrorista".

EEUU, que apoya la actual alianza liderada por el partido suní de Saad Hariri, considera a Hezbolá una organización terrorista. Si éste se impone, se prevé que Washington suspenda su ayuda militar al Líbano.

En Siria, el diario Al Baas expresó su esperanza de una victoria en las urnas de "la resistencia libanesa", en referencia a Hezbolá.

Unos 3,2 millones de libaneses así como miles de emigrados que regresaron para participar en el escrutinio, deben elegir a 128 diputados entre 587 candidatos habilitados, repartidos a partes iguales entre cristianos y musulmanes para un mandato de cuatro años.

Cada comunidad religiosa tiene derecho a un número de escaños proporcional a su peso demográfico en las 26 circunscripciones. Los diputados son designados por el electorado en virtud de un sistema de votación por mayoría simple. Además, los cargos más importantes de la Administración se otorgan según las diferentes confesiones. El presidente tiene que ser un cristiano maronita, el primer ministro un musulmán suní y el presidente del Parlamento un musulmán chií.

La actual mayoría suní llegó al poder en 2005 con un amplio apoyo popular tras el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri. Este crimen fue atribuido a Siria, que lo negó, y el malestar popular llevó a Damasco a retirar a sus tropas del país tras 29 años de injerencia militar y política.

Pero también 2005 marcó el comienzo de un periodo turbulento en el que Hezbolá llegó al frente de la escena política con la devastadora guerra contra Israel en la que murieron unos 1.200 libaneses, la mayoría civiles.

El caos político dejó vacante durante seis meses la Presidencia en 2008 y llevó al país al borde de una nueva guerra civil cuando Hezbolá tomó espectacularmente varias partes suníes de Beirut.

Aunque la votación finalizó a las 19.00 de ayer, los resultados oficiales no serán publicados hasta hoy.

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