Al menos 60 personas murieron en Iraq este fin de semana en diversos actos de violencia, indicaron el domingo funcionarios locales, días antes del inicio del mes sagrado musulmán del Ramadán, que se ha caracterizado regularmente por el aumento de los ataques en el país.

Más de 100 personas han muerto desde el inicio del mes de agosto, pese a las declaraciones de confianza de los jefes militares estadounidenses y en el marco de la retirada gradual de las tropas estadounidenses. El país atraviesa además una crisis política, pues los principales partidos no logran ponerse de acuerdo en torno al nombramiento de un primer ministro, cinco meses después de las elecciones legislativas del 7 de marzo.

En la ciudad de Basora, 450 km al sur de Bagdad, un triple atentado seguido de un gran incendio causó el sábado por la noche 43 muertos y 185 heridos. Ayer, al menos seis personas murieron y 44 resultaron heridas en un atentado suicida con coche-bomba en Ramadi, 100 km al oeste de Bagdad.