Dos soldados murieron y otros siete resultaron heridos en el ataque de un comando insurgente registrado en el Ministerio afgano de Defensa, que según los talibanes tenía como objetivo al ministro francés del ramo, de visita en Kabul.

"Tres suicidas vestidos con uniforme del Ejército afgano llegaron al Ministerio. La policía mató a dos de ellos, pero el tercero logró entrar en el edificio", dijo el portavoz del ministerio de Defensa, Zahir Azimi.

Según Azimi, el tercer atacante comenzó a disparar en los pasillos contra varios miembros del dispositivo de seguridad, y acabó con las vidas de dos soldados y causó heridas a otros siete antes de ser muerto o a tiros, sin tiempo para detonar los explosivos que llevaba consigo.

Un portavoz talibán, Zabiulá Muyahid, reivindicó en declaraciones la autoría de la acción, y reveló que su objetivo era acabar con la vida del ministro francés de Defensa, Gérard Longuet, quien llegó este domingo a Kabul en visita oficial.

"Dentro del ministerio había una reunión en la que estaba el ministro francés de Defensa y otros diplomáticos", mantuvo Muyahid.

En cambio, según varios medios franceses, Longuet no se encontraba en el recinto cuando ocurrieron los hechos, aunque sí tenía previsto reunirse hoy con su homólogo afgano, el general Abdul Rahim Wardak, que sí estaba en su despacho en el momento del ataque.

La acción, que está siendo investigada por las fuerzas de seguridad, se produjo en torno al mediodía local.

En un primer momento varias fuentes oficiales aseguraron que el miembro del comando llegó a provocar una explosión en el recinto.

El jefe de la sección de investigación de la Policía de Kabul, Mohamed Zahir, había dicho que la acción armada había acabado con la vida de un asistente del viceministro afgano de Defensa-, y causado heridas a otras tres personas.

El canal televisivo Tolo corroboró que el suicida entró en las instalaciones utilizando un carné y un uniforme del Ejército afgano, aunque se desconoce si los miembros del comando ingresaron en las fuerzas armadas siguiendo los cauces normales de reclutamiento.

En los últimos tiempos se han incrementado las denuncias sobre infiltraciones de los insurgentes en las fuerzas armadas afganas, y el propio Ministerio de Defensa dijo haber tomado medidas para prevenir este problema.

Varios soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) han muerto desde 2010 tiroteados en enfrentamientos contra supuestos insurgentes vestidos con uniformes del Ejército afgano.

La última acción se produjo el sábado, cuando un suicida vestido con un uniforme militar acabó con las vidas de cinco soldados extranjeros y cuatro afganos en un atentado registrado en una base militar en la provincia oriental afgana de Laghman.