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La oposición siria busca consolidarse tras siete días de estéril negociación

  • Al menos 16 personas fallecen a causa de los bombardeos del régimen en Alepo

El Gobierno sirio y la oposición concluyeron ayer sin "ningún progreso", como dijo el mediador Lajdar Brahimi, su primera ronda de negociaciones antes de iniciar una pausa de 10 días, durante los cuales la alianza opositora se enfrenta al reto de consolidarse y demostrar que es un interlocutor con autoridad.

Después de siete días de reuniones, la alianza opositora nacida de las revueltas populares que empezaron en marzo de 2011 no consiguió de la delegación gubernamental ni la más mínima concesión, ni siquiera en el plano humanitario, como pedía también la comunidad internacional.

La premura en la conformación de la delegación opositora -apenas unas horas antes de la apertura de este proceso de paz- ya hacía prever que poco se conseguiría en estos primeros contactos entre ambos bandos, que se acusan mutuamente de la devastación y del caos en los que está inmersa Siria.

La mayor prueba para la oposición en esta primera ronda era demostrar su estatura, su cohesión y su capacidad de ser un interlocutor con alguna autoridad frente al régimen del presidente Bashar al Asad.

A la defensiva frente a los periodistas, el portavoz de la oposición -representada en este proceso por la Coalición Nacional Siria (Cnfros)-, Louay Safi, admitió ayer que esta alianza intentará ampliarse para incorporar a más grupos opositores, pero "sin injerencias exteriores".

La decisión de la Cnfros de participar en esta ronda de negociaciones, conocida como Ginebra 2, le valió importantes defecciones y la dejó sin entidades con mayor ascendencia sobre grupos armados que participan en las hostilidades.

Minutos después en la comparecencia del portavoz de la Cnfros, se presentó ante la prensa el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, quien en varios pasajes de su intervención desacreditó a la oposición, negando su representatividad y capacidad de decisión.

"Se ha visto una enorme división entre ellos. Sentimos que esta delegación y los que están detrás de ellos no están en contacto con nadie en el terreno", comentó, en referencia a EEUU y otros países, como Qatar y Arabia Saudí.

El ministro fue más lejos en su intento de ridiculizar a los dirigentes opositores diciendo que "si están en hoteles de cinco estrellas, claro que estarán fuera de la realidad. Que vayan a Araqa, a la periferia de Alepo, a Homs, y a ver lo que pasa".

La capacidad de la oposición de erigirse como un interlocutor legítimo dependerá en los próximos días de cómo prepare la delegación opositora su estrategia para la siguiente ronda, prevista en Ginebra a partir del próximo día 10.

Sobre el terreno, al menos 16 personas murieron ayer, entre ellas seis menores, por bombardeos de la aviación del régimen en distintos barrios de Alepo, la mayor ciudad del norte de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

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