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El presidente yemení reitera que sólo dejará el poder mediante elecciones

  • Saleh se enroca en su postura después de que la oposición aceptase la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo, que establece plazos para una transición pacífica.

El presidente yemení, Ali Abdala Saleh, reiteró ayer que la única opción para su país es la alternancia en el poder mediante las elecciones, pese a la aceptación de la oposición de un plan del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) que establece plazos para su renuncia.

"El tiempo de los golpes de Estado ha pasado y no hay más opción que la alternancia pacífica en el poder a través de las urnas", dijo Saleh, sin mencionar fechas, durante una reunión con miembros del bloque parlamentario de su formación, el Partido del Congreso General Popular (PCGP).

Saleh hizo estas declaraciones después de que la oposición anunciara ayer que había aceptado en todos sus términos la iniciativa del CCG -integrado por Arabia Saudí, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Bahrein- para una transferencia pacífica del poder en Yemen.

El plan estipula la renuncia del presidente yemení ante el Parlamento en un plazo de 30 días después de que sea firmado el acuerdo; la formación de un gobierno de unidad encabezado por la oposición que prepare al país con vistas a la celebración de nuevos comicios y el cese inmediato de las manifestaciones.

Con la aprobación por parte de la oposición de esta iniciativa parecía que estaba más cerca una salida a la crisis en la que se halla sumido Yemen, pero Saleh se mostró ayer poco conciliador y cargó contra la alianza Encuentro Compartido, que engloba a seis partidos opositores.

Saleh acusó a esa coalición de tener como socios a "los hutíes (rebeldes chiíes), Al Qaeda y elementos golpistas del Ejército que intentan destruir los logros del pueblo y dar un golpe de Estado contra la democracia y la legitimidad constitucional", según la agencia de noticias estatal Saba.

A pesar de estas palabras, Saleh destacó que ha aceptado la iniciativa del CCG y que la trata como un sistema integral que no puede ser dividido en el marco de la Constitución.

La confusión ha sido una constante en las últimas declaraciones de Saleh, ya que hace dos días anunció que aceptaba formalmente el plan del CCG para poco después matizar que sólo cedería el poder a quien fuera elegido en las urnas, sin fijar plazos para esos comicios.

Con vistas a alcanzar un consenso entre las partes, el secretario general del CCG, Abdel Latif al Ziani, visitará Yemen a finales de esta semana para estudiar con el Gobierno y los partidos opositores los mecanismos ejecutivos del plan de los países del Golfo, dijeron fuentes de la oposición.

El dirigente de la alianza Encuentro Compartido, Mohamed al Sabri, dijo que la próxima semana se celebrará en Riad una reunión para completar los detalles definitivos del acuerdo.

"Hay una invitación saudí a ambas partes para que participen en esa cita", indicó Al Sabri, que, sin embargo, afirmó que "todavía hay muchos asuntos que requieren ser analizados antes de la firma del acuerdo".

Fuentes opositoras indicaron que los partidos del Encuentro Compartido enviaron ayer su aprobación por escrito al plan del Golfo Pérsico a través de las embajadas de los países del CCG en Sanáa.

Según las fuentes, esa aprobación fue dada después de que la oposición recibiera "garantías de EEUU" mediante su embajador en Yemen, que se reunió el lunes con los líderes del Encuentro Compartido.

Pese a la aprobación de la propuesta, los dirigentes opositores le comunicaron al embajador estadounidense que las manifestaciones en todo Yemen proseguirán al menos hasta fin de mes para exigir la dimisión de Saleh.

Por su parte, un responsable del gobernante Partido del Congreso General Popular, que pidió el anonimato, apuntó que es probable que representantes del Ejecutivo y la oposición yemeníes viajen a la capital saudí el sábado para concluir detalles del plan, y que "quizá lo firmen".

No obstante, la fuente remarcó que "aún no se fijado una fecha para suscribir el acuerdo".

Entretanto, las protestas antigubernamentales continuaban y al menos cuatro manifestantes fallecieron ayer por disparos de soldados durante una marcha cerca de la oficina del gobernador de Taiz, situada a 257 kilómetros al suroeste de Sanáa, informaron fuentes médicas.

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