Oriente próximo

La sombra de una nueva guerra

  • Casi nadie sabe si detrás del discurso sobre un ataque militar contra las instalaciones nucleares iraníes por parte de Israel se esconde una amenaza o un plan muy en serio

Casi nadie sabe lo que se esconde realmente tras el discurso sobre un ataque militar contra las instalaciones nucleares iraníes por parte de Israel. ¿Una amenaza o un plan muy en serio? El debate muestra, sin embargo, lo frágil e inflamable que sigue la siendo la situación en Oriente Próximo.

Mientras sus más cercanos aliados, Estados Unidos y Alemania, se esfuerzan con una frustración cada vez mayor en la reanudación de las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, Israel ya debate sobre un nuevo frente de guerra.

"Netanyahu intenta convencer a su Gabinete para que apoye un ataque a Irán", titulaba el diario Haaretz. El Jerusalem Post mostraba a su vez la forma en que ese ataque tendría lugar contra el país situado a más de 1.500 kilómetros de distancia de Israel. El jueves, Haaretz veía ya a Israel en "la vigilia previa al combate".

Los medios, sin embargo, no basaron sus informaciones en fuentes con nombre y apellido. Tampoco el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, contribuyó lo más mínimo a aclarar las cosas. Su portavoz, Mark Regev, dijo sólo lacónicamente, como si se tratara de un asunto secundario: "No comentamos todas las especulaciones que aparecen en la prensa".

Pero la cuestión de si el archienemigo israelí fabrica o no una bomba atómica no es en absoluto una cuestión de segunda. Y un posible ataque de Israel tampoco. Los dos escenarios tendrían consecuencias devastadoras.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, contribuyó con sus continuados discursos antiisraelíes a que Israel considerara el ataque. Irán está decidida a borrar a Israel del mapa, dijo Ahmadineyad en agosto en una entrevista con la televisión libanesa Al Manar, según la agencia de noticias iraní Isna.

"Irán considera que quien está a favor de la humanidad debe apoyar también la destrucción del régimen sionista como un símbolo de la represión y la discriminación", dijo Ahmadineyad. Ello recuerda a los israelíes la fatal retórica de los nazis y uno de los motivos más importantes de la existencia de Israel es que los judíos decidieron que no volverían a dejarse destruir sin oponer resistencia.

Pero un ataque contra Irán podría ser también una perdición. Jerusalem Post está convencido de que Israel tiene ya planes preparados en el cajón para un ataque contra Irán. La fuerza aérea tiene la capacidad de repostar aviones de combate en el aire para que puedan volar a objetivos que estén situados entre 1.500 y hasta 2.000 kilómetros de su base en Israel.

Los aviones israelíes tendrían sin embargo que destruir en varias oleadas de ataques las defensas antiaéreas iraníes, las instalaciones de radar y también las centrales de mando para que dejaran de suponer un peligro, y al mismo tiempo mantener en tierra a las fuerzas aéreas de Teherán. Y sólo entonces, aviones especiales podrían intentar destruir instalaciones nucleares fuertemente aseguradas, con ayuda de bombas especiales para destrozar búnqueres suministradas por Estados Unidos, capaces de destruir instalaciones subterráneas. Ello sería "una labor táctica inmensa", afirmaba el diario.

Irán ha amenazado reiteradamente, la última vez el pasado jueves, con que Israel sería castigada en el caso de que lanzase un ataque. Teherán dispone de cohetes Shihab-3 capaces de volar hasta Israel y, además, su aliado Hezbolá podría, desde el Líbano, atacar el país. Ello incendiaría toda la región.

Y existe el peligro de una guerra "desde Gaza hasta Afganistán", señaló el ex asesor del Gobierno estadounidense Bruce Riedel al periódico Yediot Aharonot. El año pasado, el periodista estadounidense Jeffrey Goldberg advirtió que una guerra de ese tipo podría matar a miles de iraníes, israelíes, árabes y ciudadanos estadounidenses. El precio del petróleo podría dispararse también con unas consecuencias catastróficas.

En vista de esos riesgos, podrían tener razón los analistas israelíes que aseguran que sólo se trata de una muestra de fuerza de Israel. Pero la Unión Europea y Estados Unidos no están tan seguros. En cualquier caso, la presión a Irán aumentará para que haga público y abandone su programa nuclear, que Teherán afirma que sirve sólo a fines pacíficos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios