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El sufragio hispano entra en acción

  • Los votantes latinos podrían influir de manera decisiva en los resultados de las elecciones presidenciales de EEUU

Con 45 millones de latinos viviendo en Estados Unidos, sólo era cuestión de tiempo que los principales candidatos presidenciales saliesen hablando español en televisión. Las primarias de Nevada, que se celebran hoy, al fin lo consiguieron.

En el Estado del juego votarán demócratas y republicanos, pero no será la única cita del día. Los republicanos se medirán simultáneamente a más de 3.500 kilómetros y tres husos horarios de distancia, en Carolina del Sur, en un día que servirá como ensayo para el gran día: el supermartes del 5 de febrero.

La lucha entre los demócratas está al rojo vivo, con Barack Obama y Hillary Clinton batallando codo a codo. Tras la victoria del senador por Illinois en Iowa y el triunfo de la senadora por Nueva York en New Hampshire, Nevada romperá el empate.

Las encuestas apuntan a un ajustado triunfo de Clinton, pero siempre dentro del margen de error. Uno de cada cuatro habitantes de nevada es hispano hasta completar unos 110.000 ciudadanos.

Lo que nadie duda es que el voto que se perfila como decisivo será el de los latinos. Conforman un quinto de la población, pero son el único grupo que no está claramente identificado con ningún candidato. En un combate tan igualado, eso significará probablemente la diferencia para el triunfo.

Por ello, como suele hacer el presidente Bush, ambos candidatos desenterraron las pocas palabras en español que conocen.

Si Bush no pierde ocasión de demostrar que sabe decir “Buenos días” y “Que Dios los bendiga”, Obama se aprendió al dedillo cómo pronunciar “Sí se puede”. En un encuentro con el Sindicato de Empleados de Cocinas, cuya dirección le prometió el apoyo de los 60.000 miembros, Obama repitió la frase incontables veces.

El mensaje tiene múltiples ganchos y no sólo por ser la traducción del último lema de campaña de Obama (Yes, we can) y porque la frase sea legendaria en toda Latinoamérica. En Estados Unidos es patrimonio de un mito propio: César Chávez, líder de los campesinos mexicanos durante la lucha de los derechos civiles en los años 60.

Sin la frase mítica, Clinton contraatacó con un apoyo casi igual de poderoso: el de Richard Chávez, hermano y mano derecha de César hasta su muerte en 1993. “Clinton pasó toda su vida trabajando muy duro para mejorar las vidas de las familias trabajadoras”, afirmó Richard en un comunicado. “No tengo duda de que como presidente continuará luchando incansablemente por todos los desfavorecidos”, agregó.

Entre los republicanos, el interés en Nevada es mucho menor. Todas sus fuerzas están centradas en Carolina del Sur, donde hay mucho más en juego: ganar el primer Estado del sur. La lucha promete ser igualada, especialmente después de que los tres primeros concursos tuviesen tres triunfadores diferentes.

Y mientras Rudy Giuliani se mantiene al margen, a la espera de que en Florida empiece el 29 de enero su propia carrera, Fred Thompson se juega su futuro. El ex actor y Huckabee son los únicos candidatos sureños y, tras varios resultados decepcionantes, Thompson necesita arrasar en Carolina del Sur para seguir en la carrera.

La pelea entre ambos se volvió en los últimos días feroz. Thompson atacó duramente a Huckabee en los últimos debates. Y las huestes del ex gobernador de Arkansas respondieron acusando al ex senador de seguir en carrera para robarle votos a Huckabee y apoyar a su amigo John McCain.

Las encuestas, sin embargo, le dan el triunfo a McCain, seguido de cerca por Huckabee. Romney es tercero a unos diez puntos de distancia, pero espera aprovechar el impulso de su triunfo del martes en Michigan.

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