Una nueva propuesta Jesús Palomino ha realizado la obra con la que se inaugura el espacio

Alguien tenía que hacerlo

  • Los creadores Rubén Barroso y Victoria Rodríguez y el productor Juan Antonio Jara abren Sierra, un centro dedicado a la investigación artística en plena naturaleza

Hace ya mucho tiempo que las prácticas artísticas contemporáneas vienen reclamando otro tipo de espacios para su desarrollo. Los lugares de creación han variado, las metodologías también, y esto es especialmente significativo cuando hablamos de arte de acción o propuestas intermediáticas.

Parece que el panorama actual es bastante desalentador debido a la crisis económica, pero también parece evidente que la propia economía mira hacia el ámbito cultural y creativo en busca de respuestas. Pues bien, Sierra Centro de Arte es seguramente una de ellas.

Este nuevo espacio, dedicado a la producción e investigación artística en plena naturaleza, es el único centro de producción artística de Andalucía y se establece además como el único que ofrece un modelo de tales características en el Estado español. En un enclave afortunado, por estar a 100 kilómetros de Sevilla y de Huelva, a 14 0 de Badajoz y a 50 de Portugal, se sitúa de manera estratégica para facilitar la confluencia de artistas y experiencias en un nuevo territorio conceptual en el entorno natural. En el municipio de Santa Ana la Real se integra además en el contexto rural, que en los últimos años se está viendo potenciado por una proliferación de su oferta cultural y de descanso. La colaboración de dicho contexto, donde se da una relación más cercana y amable entre los vecinos, sería definitivamente una de las claves para entender cómo ha sido posible sacar adelante el proyecto.

Hay que destacar el hecho de que esto ha sido una apuesta personal, una iniciativa que parte de tres personas: el artista y comisario Rubén Barroso, la artista y gestora cultural Victoria Rodríguez y el productor y gestor cultural Juan Antonio Jara. La idea les rondaba por la cabeza desde hace un tiempo y es ahora que se lanzaron a hacerla realidad. Algo que ha ido materializándose gracias a la inteligente gestión que poco a poco fue uniendo recursos y encajando las piezas. Encontrarían a sus principales aliados en el Ayuntamiento de Santa Ana, que colabora de manera concertada dándoles la posibilidad de establecerse en la finca Los Veneros y también ayudan con la logística a través de su "taller de empleo". También el propio hotel del Complejo Los Veneros hace las labores de acogida para las estancias y residencias en el centro. Y lo cierto es que, una vez allí, te das cuenta de que todos forman parte del equipo.

Sierra ha abierto una serie de líneas de trabajo, que están puestas en marcha desde su inauguración a principios de julio de este año. Por un lado estarían las intervenciones en los espacios naturales, que configurarán un parque natural de intervenciones y acciones. También se está creando un centro de documentación con fondo documental y archivo sobre experimentación artística que dará apoyo a la investigación. La formación es otra de las principales vías de trabajo del centro, que ya ha comenzado con los Laboratorios de verano que se pueden consultar en la web.

La semana pasada se celebró el laboratorio de arte radiofónico Radio Espacios impartido por el artista sonoro y director del programa radiofónico Ars Sonora Miguel Álvarez-Fernández. Desarrollar el taller rodeados de naturaleza hizo que la experiencia formativa y de experimentación fuera totalmente amplificada por el entorno. Los procesos de investigación propuestos en el lab planteaban un nuevo acercamiento conceptual hacia el sonido y sus posibilidades de expresión. No hubiera sido lo mismo en otro lugar, ya que el entorno de Sierra es en sí mismo un espectáculo sensorial inabarcable. Valga como ejemplo, el interesante trabajo del colectivo Proyecto 23, una iniciativa de experimentación sonora y escénica a partir de la práctica conjunta del canto coral. La estrecha convivencia entre los asistentes, apartados de sus rutinas hizo que la creatividad fluyera ininterrumpidamente como el agua que sale de los veneros para dar vida a esas tierras.

Y precisamente, es en el venero principal que alimenta la finca donde se encuentra la intervención permanente del artista Jesus Palomino. Oro es la obra inaugural del centro que, sin lugar a dudas, es una pieza que les viene como "anillo al dedo". Integrada en el espacio, a nivel físico y conceptual, comienza con lo que será el parque de intervenciones. La pieza consiste en la instalación de un anillo de oro puro, fabricado previamente en un taller de orfebrería, en la boca de la caña del venero. Se realiza así todo un proceso de investigación que comienza por el estudio de esta técnica tradicional que realiza pozos de manera lateral para aprovechar el agua de lluvia que se filtra a través de la montaña. También hizo falta habilitar la cueva donde se encuentra este pozo para que pueda ser visitada a modo de instalación. El oro está pero no se ve, ya que ha sido tapado con cemento. Esto abre todo un abanico de posibilidades que juegan con el imaginario infantil y de sueños relacionados con tesoros escondidos en cuevas.

Todo el proceso está documentado desde la idea, siendo esta documentación parte de la obra. La obra pone en valor la importancia del agua para el equilibrio natural de la zona y mantuvo un respeto total del entorno. Es una suma de territorios que, al unirse una nueva capa conceptual, enriquece lo natural llenándolo se belleza intangible y resonancias poéticas.

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