Cultura

Amor inagotable

  • 'Chapuzas de amor' del incombustible Jaime Hernandez, publicado por La Cúpula, es una comedia, una tragedia, un drama romántico y mil cosas más

Treinta y cinco años, se dice pronto, lleva La Cúpula ofreciendo algunos de los mejores cómics que se han visto nunca en este país. Y el trabajo no cesa, cada nuevo bloque de novedades tienta poderosamente al lector, lo invita a enamorarse de este medio diverso y fascinante.

Ahí tienen, por ejemplo, ¡Oh diabólica ficción!, de Max, uno de los autores más largamente asociados a La Cúpula. El libro recopila viñetas y dibujos, a color y en blanco y negro, protagonizadas por la urraca cuentacuentos, otro de los felices personajes de la abultada escudería de Max. La mayoría de las páginas fueron publicadas previamente en El País Semanal entre 2011 y 2015, pero va también la reproducción de un minitebeo incluido en la Caja Marrón de Autsaider Cómics (2013) y una decena de inéditos, algunos hechos expresamente para el presente volumen. Participan brevemente Paco Roca y Mireia Pérez, y la edición es una verdadera delicia. Poco se puede decir del artista barcelonés que no se haya dicho ya, pues su nombre figura entre los indiscutibles y cada nuevo título suyo es de adquisición obligada, aunque quizá no esté de más recordar que está tocado en los últimos tiempos por un afán experimentador y un gozoso deseo de superación. ¡Oh diabólica ficción! es divertido, sagaz, incisivo y muy, muy bonito.

Los felices 90's, de Boada y Onliyú, recoge en formato álbum aquella adictiva serie que los veteranos del lugar tuvimos la suerte de disfrutar serializada en El Víbora. En palabras de Mercedes Abad: "He visto en estas viñetas un retrato más lúcido de la época que si me hubiera metido entre pecho y espalda un par de libros de Historia y algún sesudo tratado de sociología y antropología (…). La historia transcurre precisamente en 1991, con Barcelona sumida en las obras de las Olimpiadas y cuando Felipe el Hermoso empezaba a hacer lo que luego otros se han aplicado a perfeccionar a placer: cubrir de mierda España". Con su fino oído, Onliyú compone una comedia de situación protagonizada por una familia "no ya desestructurada, sino desquiciada y desenfrenada", más real que la vida misma. Los diálogos son siempre punzantes, y las escenas brillan interpretadas por el gran Boada. Me fascinaban antaño la elegancia de su línea y el estupendo uso del gris, y me siguen fascinando hoy.

Aunque si tuviese que comprar un solo cómic esta semana, ese sería Chapuzas de amor, del incombustible Jaime Hernandez (no me malinterpreten, los otros dos los compraría la semana que viene). Las desventuras de Maggie Chascarrillo son uno de los mayores disfrutes del tebeo contemporáneo, y da igual por dónde se empiece su lectura, cualquier libro es bueno para quedarse colgado para siempre de la serie. Esta última entrega posee un alto nivel de intensidad emocional, mayor de lo habitual. Es una comedia, una tragedia, un drama romántico y mil cosas más. Hernandez nos revela escenas de la infancia de Maggie y las confronta con su torpe e insaciable búsqueda del amor en el presente. El resultado es una delicada obra maestra. Otra más, y van…

CHAPUZAS DE AMOR

Jaime Hernandez. La Cúpula. 124 páginas. 14,50 euros.

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