Cuando Alain Seban apuntó en la rueda de prensa que el Ayuntamiento de Málaga pagará al Centro Pompidou "entre un millón y un millón y medio de euros" de canon por el derecho "a usar nuestra imagen, nuestro refuerzo intelectual y nuestra colección", corrió un rumor en la sala; y es que, en su momento, cuando De la Torre hizo el primer anunció hace diez meses, el alcalde fijó el pago del canon en un millón. Tras el encuentro, otras fuentes municipales señalaron que el canon se establecerá definitivamente en un millón de euros, si bien el Consistorio pagará al Pompidou otros 1,07 millones por cada uno de los años en que perdure el convenio para sufragar los gastos derivados de transportes y seguros, unos gastos que desde el principio había asumido el Ayuntamiento pero que no habían sido cuantificados hasta este miércoles.

De este modo, el Ayuntamiento pagará 2,07 millones al año, una cifra nada desdeñable especialmente en momentos difíciles (cuando una periodista francesa preguntó ayer a Seban si confiaba en la solvencia del Ayuntamiento de Málaga, De la Torre salió al paso y recordó que la municipalidad paga a sus proveedores "en 22 días, que es mucho menos de lo que nos obliga ley; con el Pompidou, que nos ofrece un servicio de excelencia, no vamos a ser menos"). Seban apuntó que el mismo Museo de Arte Moderno Francés contribuirá a sufragar los gastos de seguros y transportes "en la medida de los beneficios que obtengamos a través de la taquilla, la librería, las tiendas y otros medios de financiación", beneficios que el mismo presidente estimó en hasta 3 millones de euros al año.

En esta tesitura, la participación de los inversores privados se hace aún más imprescindible. En el acto en París resultó altamente significativa la presencia de Dolores Jiménez Cano, directora de la Obra Social de Unicaja, entidad a la que De la Torre había señalado como colaboradora natural del proyecto pero que, hasta el momento, no se ha pronunciado al respecto. Preguntado en este sentido, el alcalde señaló otros tres inversores potenciales: Heineken, Italcimenti y la Cámara de Comercio Franco-Española. De la Torre insistió en que las conversaciones con éstas y otras empresas susceptibles de colaborar "siguen abiertas", pero resultan de sobra conocidos los motivos que guarda De la Torre para ser explícito a la hora de dar nombres. Con tan poco tiempo por delante, el trabajo por hacer en esta materia es mucho. Seban se mostró pragmático al respecto: "Llevo en esto 25 años y siempre he oído hablar de limitaciones presupuestarias". Como en toda casa que se precie.