Cultura

Bailando con otros lobos

Acción, espionaje. Estados Unidos, 2014. 113 min. Dirección: McG. Guión: Adi Hasak, Luc Besson. Intérpretes: Kevin Costner, Amber Heard, Hailee Steinfeld, Connie Nielsen, Richard Sammel. Cines: Málaga Nostrum, Vialia, Plaza Mayor, Miramar, La Cañada, Gran Marbella, Rincón de la Victoria, El Ingenio.

Si este crítico fuera Phileas Fogg, su mayordomo Picaporte le llevara las tarjetas de dos caballeros que deseaban ser recibidos y en ellas leyera los nombres de McG y Luc Besson, le diría que se las devolviera sin recibirlos. Desgraciadamente no soy Phileas Fogg, no tengo mayordomo y no pertenezco al Reform Club. Por ello tengo que recibir a estos señores y ver su película. La dirige McG, cuyas credenciales son haber realizado dos entregas de Los ángeles de Charlie, Terminator Salvation o Esto es la guerra. La ha escrito Luc Besson, el mediocre, hortera y triunfal productor, director y guionista que reina en el cine comercial francés desde hace más de tres décadas. Adi Hasak (Desde París con amor) le ayuda en la escritura del guión; supongo que porque Besson debe estar muy ocupado ya que ni el argumento ni el guión exigen, a causa de su simplicidad, ayuda alguna.

Un maduro agente desaliñado y quemado, además de muy malito, se retira para recuperar la perdida relación con su hija; pero se ve enredado en una última misión en la que además se juega su única posibilidad de curación. Violencia y enfermedad tejen esta inverosímil historia dirigida con una brutal y tosca eficacia que, como suele suceder, cuando quiere humanizarse y ponerse sentimental se hace cursi. Los toques de humor supuestamente irónico introducidos con calzador no funcionan y las postales de París hartan. Todo parece escrito para justificar las más variadas y bestiales formas de asesinar, desde decapitar utilizando un ascensor hasta interminables ensaladas de tiros, sin tomarse mucho interés en justificarlo. Un malo con aire de Nosferatu interpretado por John Malkovich (Tomas Lemarquis) da la nota esperpéntica. Aunque en cuanto a esperpento Amber Heard no le va a la zaga. La identificación entre Kevin Costner y su quemado personaje es absoluta: ¿qué se le ha perdido al maduro y consagrado actor en este bodrio?

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios